¿Qué pasa si te digo que hay errores que cometemos al ducharnos que traen serias consecuencias para la piel y el cabello? Quizás te gastas una fortuna en cremas hidratantes y en visitas al salón de belleza mientras que, sin saberlo, tú misma dañas tu pelo y maltratas tu piel cada vez que te duchas. Aquí te cuento cuáles son los errores que debes evitar para que la ducha diaria no se convierta en tu peor enemiga.
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La ducha diaria está profundamente arraigada en las costumbres latinas. Ya sea que lo hagas por la mañana para arrancar el día con energía o a última hora de la noche para relajarte y dormir como un angelito, la ducha es un momento placentero que produce una fuerte sensación de bienestar. Hasta allí está todo muy bien pero lo importante es tener en cuenta ciertos detalles para que la ducha diaria no termine dañando tu piel y tu cabello. Estos son los errores más comunes:
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Agua demasiado caliente: No hay nada que me parezca más relajante que un buen baño caliente después de un día agotador. ¡Lo que no sabía es lo dañino que es para la piel y el cabello! El agua demasiado caliente reseca la piel, la vuelve áspera, dilata los poros y hasta puede generar urticaria. Y para el cabello es también una gran enemiga porque favorece su caída, lo vuelve grasoso, opaco y si tienes tintura, ayudará a que pierdas el color.
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Duchas largas: Si habitualmente tus duchas sobrepasan los 10 minutos, es muy probable que estés dañando tu piel. El agua tibia o caliente le quita a tu piel su grasa natural y la deja reseca. Una ducha de 8 minutos es ideal.
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Secar la piel con demasiada fuerza: Al salir de la ducha lo mejor será contar con una de esas toallas suaves y esponjosas. Al secarte debes cuidar de no restregar la piel porque podría irritarse.
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Aplicar acondicionador en la parte de arriba de la cabeza: Mi peluquera me recuerda siempre que debo poner el acondicionador de la mitad del cabello hacia abajo. Confieso que durante años lo hice mal, lo ponía directamente sobre la cabeza y desde allí lo distribuía al resto del cabello. Este error suele generar exceso de producción de grasa en el cuero cabelludo.
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No hidratar la piel: Apenas terminas de secarte debes hidratar tu piel que queda muy deshidratada por el contacto con el agua tibia o caliente. Tiene que ser en ese momento, no es bueno dejarlo para más tarde. Es importante que sepas que todas las pieles deben hidratarse. Y es mejor si lo haces con una crema adecuada para tu tipo de piel.
Ahora ya sabes qué debes cambiar en tu rutina para ser más amable con tu piel y tu cabello.
Imagen vía iStock