Seguro que lo has escuchado miles de veces: "Debes cambiar el champú a menudo, ya que deja de funcionar después de un cierto tiempo". La pregunta que nos hacemos es: ¿será cierto? Lee aquí, pues por fin te vas a enterar de la verdad.
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Imagen vía Corbis
¿Cierto o falso?
Falso. Así que si tienes un champú que te gusta más que otro, úsalo sin miedo. Sigue leyendo para que conozcas qué le podría estar sucediendo a tu cabello cuando no reacciona igual que antes al champú que utilizas.
Utilizas el champú erróneo
Si sientes el cabello reseco o muy grasoso, debe ser porque el champú que usas no es el correcto, y no porque ya no te funciona.
Busca uno para tu tipo de cabello
Por ejemplo, si tienes las puntas resecas, opta por un champú que te hidrate, pero si lo que quieres es lucir las ondas de tu cabello rizo, entonces procura comprar uno diseñado específicamente para este tipo de cabello.
Ojo con tus hormonas
Cuando algo no anda bien físicamente, a veces puedes ver los efectos en el cabello. Un cambio hormonal podría cambiar la textura de tu pelo.
Expuesto a cambios externos
Tu cabello reacciona diferente a cada estación. Ya sea que está muy expuesto al sol, al viento o a climas muy secos –o por el contrario, húmedos–, notarás cambios que podrías pensar que son causados por el champú, pero que surgen como consecuencia de cada temporada.
No lo proteges del cloro
Si eres de las que suele nadar en piscinas, ya sabes que tu cabello se puede ver afectado. Para evitarlo, mójalo con agua fresca antes de zambullirte y utiliza un gorro o un moño, si es posible.
Lo secas con frecuencia
Si los secas con frecuencia, lo tiñes y/o lo expones a productos con alcohol, la hebra puede resecarse. Mejor, evita abusar de estas prácticas, y no necesitarás cambiar ese champú que tanto te gusta.
Usa un champú clarificante
Este tipo de champú elimina las impurezas del cabello causadas por el uso de productos, entre otros. Lava tu pelo dos veces al mes con un champú clarificante, para que lo limpies de los resíduos.
