La dieta de la lombriz, tomar tu orina y otros 5 métodos muy locos para bajar de peso

Las chicas somos raras y la gran mayoría juzgamos nuestro cuerpo muy duramente. Incluso las mujeres delgadas que conozco andan por ahí quejándose de los rollitos -imaginarios- y queriendo perder peso. Por eso no me sorprenden estas maneras bastante extrañas que han sido usadas para bajar de peso. ¡Seguro te dejarán con la boca abierta!

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Imagen vía Corbis

La dieta de la lombriz

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Esta práctica que se hizo famosa a principios del siglo XX era la locura: la gente se tomaba unos huevos de esta lombriz, que se suponía se desarrollaría en los intestinos y se comería la comida extra. Después debía consumirse una pastilla antiparásitos para matarla. El problema fue que a veces el bicho podía alcanzar tamaños exagerados y causar daños en la salud.

Masticar sin parar

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En el siglo XIX Horace Fletcher, conocido como el entusiasta de la comida, se dedicó a promover la técnica conocida como el ”Fletcherismo”, que consistía básicamente en masticar la comida 32 veces o hasta que se volviera líquido. Eso se llama tener paciencia.

Dieta de la orina

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Esta dieta consistía en comenzar el día, tomando un vaso de orina de mujer embarazada. Obviamente el asco que esto producía mataba el apetito para el resto del día.

¿Envenenamiento?

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Parece que la obsesión por bajar de peso no ha encontrado límites, durante el siglo XIX la gente consumía arsénico para bajar de peso, y a veces, en búsqueda de resultados más efectivos consumían cantidades tan altas que terminaban envenenados por metal.

La dieta de la bella durmiente

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Se supone que Elvis, el rey, era amante de esta dieta que consistía básicamente en ignorar el ejercicio y comer lo que se quisiera, siempre y cuando se durmiera mucho, mucho. Yo me apunto.

Caucho

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Nadie comía caucho, menos mal, se trataba de la mamá del waist training, que durante mediados del siglo XIX tuvo a las mujeres usando fajas de caucho que las hacía sudar constantemente y se supone que fomentaba la pérdida de peso. Los hombres también las usaban.

La dieta del vinagre

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El escritor Lord Byron, obsesionado con mantener una figura esbelta, popularizó la idea de que beber un par de tragos de vinagre a diario y consumir papás impregnadas en el mismo eran el remedio ideal para perder peso. Se le olvidó mencionar que sus contraindicaciones incluían diarrea y vómito.