En los meses de calor, lucir un lindo bronceado parece ser casi una regla. Sin embargo, para conseguirlo tienes varias opciones las cuales no son las más saludables. La mejor pero la más peligrosa es un caluroso baño de sol durante un día de playa o de piscina. Esto era lo que yo solía hacer hasta que mi dermatólogo me dijo un día que mis días de sol habían terminado, y que era hora de proteger mi piel de los rayos solares para evitar problemas en mi piel. En vista de ello comencé a buscar alternativas naturales y encontré esta que funciona muy bien.
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La receta es muy sencilla y lo mejor es que la puedes preparar en casa. Necesitas tres bolsas de té negro y medio litro de agua.
Luego vas a preparar una infusión de té negro de forma diferente a la que preparas para tomar. Comienza por hervir el agua y agrega las tres bolsitas, deja que el agua hierva por unos momentos para que el agua quede bien oscura. Cubre la olla y déjala por unos minutos, y deja se enfríe completamente.
Para lograr el efecto deseadocon el bronceador es importantísimo que te exfolies la piel primero. Puedes realizarlo con un scrub de los que vienen ya listos o preparar el tuyo en casa, como yo lo hago: con media taza de azúcar morena, dos tazas de aceite de coco orgánico, y tres limones. Mezcla todo hasta conseguir una pasta uniforme y comienza tu proceso de exofoliación por toda la piel.
Luego de que hayas terminado este proceso espera un par de días para aplicarte la infusión de té. La forma adecuada de hacerlo es con un spray, el cual vas a esparcir de forma pareja por todas partes de tu cuerpo, tanto en la parde de adelante como la de atrás, cuando termines déjalo secar al aire libre.
Puedes aplicarte varias capas hasta que consigas el resultado que deseas. Yo por lo general, aplico unas dos o tres porque soy muy blanca. El resultado es espectacular, así que puedes probarlo.
Imagen vía Corbis
