Hay mujeres que están dispuestas a poner sus vidas en peligro con tal de transformar su aspecto físico. Angie Stidum, una mamá y abuela de 48 años está en un profundo estado de coma y al borde de la muerte como consecuencia de una cirugía plástica fatídica. Como la mujer no tenía seguro médico buscó a unos médicos en internet y viajó a México para hacerse la cirugía del balón gástrico. Stidum estaba cansada de ser gorda y quería adelgazar como fuera.
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Reggie Wilson, una amiga de la víctima cuenta que Stidum dio con el paradero del hospital Green & Health de Tijuana a través de la página de Facebook de la institución. La mujer contactó a los médicos y ellos le dijeron que mandara primero el dinero a través de un sistema de envíos y después acordaron la fecha de la cirugía. El único requerimiento que los doctores le pidieron a la mujer fue el tener una dieta líquida por 72 horas antes de la operación.
Angie viajó al estado de Tijuana desde San Diego, California acompañada por la hija de su amiga Reggie Wilson. La amiga nunca se imaginó que la última vez que la iba a ver a Stidum fue cuando se montó en una camioneta rumbo al hospital. A las tres horas, Wilson empezó a llamar por teléfono a su hija para ver cómo había salido su amiga de la operación y la hija le contestó histérica que no sabía que hacer porque los doctores le dijeron que Stidium había muerto en el quirófano.
Obviamente en esta historia hay gato encerrado y el tal hospital es completamente falso. Stidium no había muerto sino que había entrado en shock cuando los doctores le administraron una forma rara de anestesia que no se usa en los Estados Unidos. Gracias a la ayuda del gobierno, Stidium regresó a San Diego pero su vida está colgando de un hilo. Los médicos dicen que desafortunadamente no se va a recuperar ya que tiene más de medio cerebro muerto.
El personal médico del hospital mexicano se han reusado a responder llamadas y dar un testimonio de los acontecimientos. Es muy común que mujeres viajen a otros países para operarse buscando precios más económicos pero los riesgos son más altos.
Imagen vía Corbis
