Muchos pensarían que para tener una piel libre de granitos, manchas y grasa, debes lavarla constantemente con jabones y productos específicos. Aunque la cosa va por ahí, el mundo de la belleza ha pegado el grito en el cielo con la nueva tendencia de limpiarse el rostro ¡con aceite! Al parecer sus beneficios son incontables y es milagroso en cualquier tipo de piel, por más reseca o brotada que sea. ¿Te atreverías? Te doy las claves para que lo hagas correctamente y logres una piel de ensueño… ¡sin salir de tu cocina!
Lee más en ¿Qué más?: Cómo eliminar el mal olor de tu cabello sin lavarlo
Hace algunos meses te mostré mis aceites de belleza favoritos. Seguro allí pensaste que estaba loca, ¿no? Y es que limpiar e hidratar la piel con aceites, como era hace siglos y siglos, se ha vuelto muy popular entre celebridades y maquillistas del mundo. Fíjate, contrario a lo que crees, los aceites no causarán que tu rostro produzca más sebo o cause acné. Dependiendo del que uses, podrás obtener el perfecto antiarrugas, anti manchas, hidratante, limpiador y desmaquillante más natural del mercado.
-
Cualquier aceite te sirve. De oliva, de coco, de almendras dulces. Todos funcionan para embellecer tu piel. Solamente asegúrate de buscar las versiones "al frío" o cold-pressed y, en lo posible, orgánicas y sin agregados.
-
Tres pasos claves. Con una motica empapada de aceite, podrás retirar el maquillaje más pesado, limpiar y purificar e hidratar. Eso sí, el truco está en utilizar cantidades mínimas.
-
Guíate por tu tipo de piel. Te expliqué que, básicamente, todas podemos usar el mismo tipo de aceite. Pero, si padeces de acné severo, opta por aceite de menta mezclado con aceite de coco para humectar y matar las bacterias que causan los brotes. Las pieles sensibles se pueden beneficiar del aceite de almendras, pues es más suave y delicado. Mientras que el aceite de ricino o de árbol de té mantiene la grasa controlada en las pieles sebosas.
-
Una vez por semana, ¡mascarillas! Soy fanática de los aceites, así que cada cinco días, mezclo un poquito de todos los que tengo en mi cocina y me lo unto en el rostro limpio. Lo dejo por media hora y retiro con trapitos de agua fresca. ¡Un facial efectivo y económico sin salir de casa!
Imagen vía iStock