Me parece que algunas mujeres con la obsesión de la belleza toman decisiones riesgosas, aventuradas y hasta inconscientes. La historia de Tess Christian te va a dejar impactada. ¡Ya veras porqué! Resulta que en su afán de mantener su rostro sin una sola arruga decidió conscientemente no sonreír por 40 años. De esta manera evitó que le saliera una sola arruga en el rostro y por supuesto le ahorró mucho dinero a su cuenta bancaria pues no ha necesitado una sola inyección de Botox para lograrlo. Los extremos a los que ha llegado son sinceramente ridículos y hay quienes viven las consecuencias de su locura , tú dime si le funcionaron 40 años de seriedad.
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Tess Christian, ahora tiene 50 años, luce tal cual ésta fotografía y claro, no podemos negar que su rostro tiene cero arrugas. No te enfoques en si es la más bella del planeta o no. Ese no es el punto. La cosa es que su piel no tiene ninguna señal de arrugas ni en la frente, ni en las comisuras. ¡Mucho menos una sola pata de gallo! Su fórmula secreta: no sonreír ¡nunca! aunque tenga ganas.
Te decía que hay quienes han pagado por nunca verla sonreír y esa personita es su hija, quien ni aún en su cumpleaños le ha visto una sonrisa, ya no digas una media sonrisa a su madre. ¿Cómo es posible que sacrifiques la mejor expresión de este planeta por una mentada arruga? Mejor utilizar la tecnología y los descubrimientos y un par de piquetazos hacen el truco. No es ni siquiera saludable, no sabes lo que yo disfruto mis carcajadas. Ayer, mi esposo y yo nos reíamos tanto que nos dolía el estómago, todo por una estupidez que hicimos juntos, al grado que tuvimos que detener el auto porque no había poder humano que nos hiciera parar de reír.
¡Y qué sabroso se siente! De hecho estudios han dicho que te devuelve juventud, te inyecta energía, hasta te levanta el libido y te hace lucir más bonita. Bueno pues lo peor de esta historia, no la mía, la de Tess, es que ya algunos expertos dermatólogos que aseguran su técnica funciona aunque tanto como recomendarla mmhh. También hay psicólogos que aseguran su técnica está evitando que su cerebro se entere de que está feliz, porque al sonreír las hormonas de la felicidad aparecen, y tanto tu cuerpo como tu cerebro se enteran al mismo tiempo.
No sé, creo que su técnica es exagerada y poco saludable, sonreír es maravilloso, mostrar una sonrisa alimenta el alma y llevar el título de Mona Lisa por querer ser bella, -porque ese es su apodo desde joven- es simplemente impensable. Yo mil veces prefiero una inyección de Botox y ¡asunto arreglado!
Imagen vía Tess Christian/Facebook, Thinkstock
