Habría que ver que tan entusiasmadas pueden estar tus amigas a la hora de que les pides alguna ropa prestada. Yo en realidad no tengo ningún problema en compartir mi guardarropa o mis bolsos, ¡pero no a cualquiera! Tengo amigas queridísimas a las que no les prestaría ni un alfiler porque sé que no cuidan las cosas propias, menos las ajenas. Tengo otras que son súper despistadas y siempre se manchan o rompen todo. Y tengo las más cuidadosas del planeta, esas que prácticamente tienen OCD, -por sus siglas en inglés-, un desorden compulsivo por la limpieza y organización, a ellas con los ojos cerrados hasta mi bolso de Louis Vuitton.
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Si eres de las hurga en el clóset de las demás para ver qué te dejan usar, aunque sea una vez, quiero advertirte que hay códigos de conducta para que primero seas candidata a que te presten algo y segundo, reglas que debes cumplir para que seas prácticamente una amiga con derechos, o sea con el derecho a pedir prestado y así mismo corresponder el favor. Estas son las reglas indispensables.
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No manches la ropa
No se vale que manches la prenda especial que tu amiga te prestó. Si sabes que lo que estás usando NO es tuyo, debes tener precauciones extras.
Regresa la ropa limpia
Jamás pidas prestado algo y lo devuelvas sucio. SIn duda es lo más descortés del planeta. Otra recomendación es que sigas al pie de la letra las instrucciones de lavado.
Usa la tintoreria
Toda la ropa que sea de tintorería llévala. Debes ser cuidadosa y mantener las piezas.
No descuides los bolsos
Hay carteras que requieren cuidados especiales, bien sea la piel del bolso, los tejidos. No debes descuidar tus bolsos y mucho menos los de las demás.
No derrames vino
¡Cuidado! Este sería un error un imperdonable.
No pidas ropa interior
Aquí si es verdad que no. Pedir ropa interior es totalmente antihigiénico.
Lo que no te queda
Si alguna prenda de vestir no te sirve, ¿para qué vas a pedirla prestada?