Aunque de este lado del mundo sea invierno, no hay excusa para dejar a un lado nuestras rutinas de belleza, aún más si hablamos de los molestos vellitos que sobran. Para que no sufras en el intento, te muestro mis cinco mejores trucos para lograr un depilado de bikini perfecto y, casi casi, ¡sin dolor!
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Por higiene, cultura o costumbres, es importante mantener el área de allá abajito en buenas condiciones. No hablo de los extremos, como el famoso "Brazilian Wax", pero sí asegurarte de que no parezca una selva amazónica ambulante. Lo mejor del cuento es que no tienes que gastarte cientos de dólares en un spa ni ver el depilado como una cámara de tortura. Sí, va a doler, aunque con uno que otro truquito puedes lograr resultados profesionales sin necesidad de quedar en bancarrota. ¿Lista? ¡Verás que no es taaan malo como dicen!
Paciencia. Amiga, no mires el depilado como algo que puedes hacer en dos segundos (para eso están las afeitadoras). Una piel saludable, libre de pelitos y sin irritaciones sólo la consigues con toneladas de paciencia. Dedícale al menos unas dos horas, un domingo en la tarde cuando no haya nadie que te moleste. Con eso evitarás muchos dolores de cabeza.
Escoge el tipo de cera que más te convenga. No la de moda, no la más barata. Ahora existen decenas de marcas que ofrecen desde ceras calientes que se derriten en el microondas hasta bandas frías que apenas necesitan un jaloncito para hacer el trabajo. Busca, haz tu tarea, lee los ingredientes de arriba para abajo varias veces. Prefiere aquellas que son a base de miel o azúcar pues causan menos irritaciones en pieles sensibles y son más efectivas.
"Duerme" esa zona. Fíjate, mi prima mayor tenía un truco que hasta el sol de hoy es lo que me funciona. Antes de depilar, pasa cubitos de hielo por el área del bikini para "dormir" la piel y sentir menos dolor. Te vas a sorprender que casi ni sentirás el depilado. He escuchado que el Vicks Vaporub también sirve, pero cuidado. No lo apliques si eres sensitiva, sufres de alergias o estás irritada.
Encuentra tu ritmo. Importantísimo. Escucha tu cuerpo y escoge el mejor momento para retirar los pelitos, que usualmente es después de tu período. Asimismo, fíjate en tu tipo de vello, en la dirección en la que crecen y hasta en la reacción de tu piel a los ingredientes. Eso te dará un indicio de cómo y cuándo depilar.
Trata las irritaciones. Es común que las primeras veces te queden granitos rojos o pelos enterrados. No te asustes, ¡aunque tampoco los dejes así! Luego de depilarte, utiliza una crema especial para aliviar las molestias (o azul de metileno) y deshazte de los vellos enterrados exfoliando con miel y azúcar. En casos extremos, saca con pinzas. Mientras más te depiles correctamente, menos propensa estarás a ellos.
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