Si como yo, tienes la piel seca, sabrás que los pies, y especialmente los talones, tienden a agrietarse. ¿Te ha pasado? Pero claro, aunque seas de las que siempre lleva zapatos cerrados, no significa que no quieras que luzcan, y se sientan, maravillosos. Por eso, descubre estas técnicas para curar y prevenir el agrietamiento de tus pies, que además de ser simples y placenteras, ¡sí funcionan!
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Remójalos en jugo de limón durante 10 minutos. El médico podólogo Marc Katz explica en el portal Foot Vitals, que este zumo tiene un ácido leve que ayudaría a disolver la piel muerta y seca, para que te sea más fácil removerla luego. Una vez que has terminado de remojar tus pies, frótalos usando una esponja o un cepillo suave. Eso sí: si la piel de tus talones se ha cortado, espera a que se cure bien antes de probar esta técnica.
Aplícate crema hidratante antes de dormir. Esta fórmula, arma infalible de nuestras abuelas a la hora de mantener bellas sus manos y sus pies ¡sigue vigente! ¿De qué se trata? Aplícate una buena crema hidratante en los pies antes de ir a la cama, siendo generosa con la cantidad. Luego, ponte unos suaves calcetines de algodón, y deja actuar la crema durante toda la noche. De acuerdo con Livestrong, el portal de bienestar, es importante ser constante, haciendo esto cada noche hasta que notes una mejoría.
Un spa casero con Aquaphor Healing Ointment. Devuélveles la vitalidad y la belleza a tus pies mimándolos como se merecen. Primero, remójalos en agua tibia durante 10 minutos, lavándolos con jabón humectante para suavizar la piel. Luego, frótalos suavemente con un exfoliante para pies o con una piedra pómez, removiendo la piel seca y muerta. Enjuágalos y sécalos con una toalla dándoles golpecitos. Finalmente, aplica cantidades generosas de Aquaphor Healing Ointment. Según el portal de la marca, este ungüento sanador creará las condiciones necesarias para que la piel pueda regenerarse, además de protegerla de futuro agrietamiento gracias a su fórmula con glicerina, esencia de manzanilla y provitamina B5, que ayudan a calmar las molestias y a fomentar la curación.
Cambia tu forma de bañarte. De acuerdo con la Academia Americana de Dermatología, (AAD, por sus siglas en inglés) si tienes la piel seca es importante tomar precauciones extra a la hora de bañarte, especialmente en la época invernal, en la que la humedad en el aire desciende. ¿Qué hacer? Tomar duchas o baños de no más de 10 minutos (siempre con la puerta cerrada del baño) usar agua tibia en lugar de caliente, optar por un jabón suave y sin fragancia, secarte dándote golpecitos suaves con una toalla, y aplicarte crema hidratante inmediatamente después de salir de la ducha.
Finalmente, recuerda que antes de aplicar cualquier tratamiento en tu piel, debes consultar con un médico especialista.
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