5 tips para escoger y aplicarte el ‘broncer’ ideal

Se está yendo el sol y con él no solo las temperaturas agradables, si no también ese tostadito que tan bien nos hace a la cara. Eso por no hablar de la indispensable dosis de vitamina D para estar saludable. Afortunadamente, para los dos casos hay soluciones. Ya sabes donde encontrar las vitaminas, pero para ese toque dorado en la piel no hay nada mejor que el maquillaje conocido como broncer.

No estoy hablando del bronceado artificial que tan complicado es de lograr en la casa. Me refiero a los polvos de diferentes colores de bronce, que hacen ver a la cara sana y nos dan la apariencia de ser alguien que pasa tiempo al aire libre.

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1. Escoge el color adecuado. Como regla básica, el broncer debe ser un par de tonos más osucro que tu piel. Más claro no tiene el efecto deseado y más oscuro va a parecer que te pusiste tierra en la cara.

2. Olvídate de los que tienen tonos rojos, a menos que tengas la piel muy morena. Si eres súper blanca, busca uno que tenga rosadito incluído en la mezcla. Si eres morena clara, el tono principal debe ser el cobrizo.

3. Estudia tu bronceado. La idea del broncer es hacer parecer que estás bronceada, entonces fíjate dónde te daría el sol. Ahí es donde debes aplicartelo. En el puente de la nariz y las mejillas. Quizá un poco en la frente, a menos que tengas flequillo.

4. Encuentra la herramienta adecuada para aplicartelo. Una brocha gruesa de excelente calidad es lo ideal si lo tienes en polvo. Si lo compraste en líquido o en gel, lo ideal es una esponja de maquillaje no absorbente.

5. Aplícalo con discreción. Si te pones demasiado va a parecer que tienes la cara manchada. Estoy segura de que eso no será tu objetivo. Acuérdate, la meta es verte fresca y saludable, sin arruinar tu piel, ni demasiado esfuerzo.

Imagen vía Gerlaine