5 Errores de maquillaje que TODAS debemos evitar

No tienes que avergonzarte: la mayoría de las mujeres podrían escribir una cátedra sobre esos errores de belleza que han destrozado su look. Por suerte, corregirlos resulta sencillo si entendemos cómo funciona el maquillaje… ¡Te sorprenderá saber la verdad!

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Es increíble ver como miles de mujeres van por el mundo con una cara llena de pintura que, siendo honesta, no les queda ni regular. Dándoles el beneficio de la duda, me atrevo a decir que muchas no conocen a ciencia cierta cómo aplicarlos correctamente o cómo escoger el color que mejor les queda. Pero para que veas que no estoy mintiendo, te muestro cinco errores de maquillaje que TODAS hemos cometido alguna vez y que sin duda nos mandarían directo a la cárcel por crimen de belleza.

1. Abusar del maquillaje de cejas. Cuando eres rubia o pelirroja o si tus cejas son escasas y te emocionas con los cosméticos, es muy posible que termines con unos arcos "a la Tigresa"… y créeme, eso no es un piropo. Además del color (que puede ser un tono más claro u oscuro que tu pelo natural), enfócate en la textura. Los polvos te dan mejor acabado, incluso en las más principiantes, y por nada te pintes las cejas con crayones a menos que sepas como hacerlo.

2. Usar el corrector o base de maquillaje equivocado. ¡Pasa hasta con las famosas! Pensamos que un color más claro nos va a dar ese look "fresco" en segundos, sin embargo terminamos viéndonos más feas que un mapache. Jamás utilices correctores o bases que no sean del mismo tono de tu piel –ese el truco número uno para un cutis de porcelana.

3. Escoger texturas pesadas. Mira, hay casos donde simplemente el maquillaje carísimo que usa tu amiga no te va, así que no creas que porque vale cientos de dólares va a hacer milagros por ti. Escoge siempre las texturas (hablo de crema, polvo y también de acabados como mate, iridiscente, etc.) que se ajusten a tu rostro, tomando en cuenta tu tono, tipo de piel y personalidad. Eso sí, ¡el brillo no se le ve bien a nadie!

4. Aplicar el rubor o bronceador de más. Típico de las que queremos un "look dorado", como bañadas por el sol. Nunca apliques el color en toda tu cara –al contrario, ¡tiene su truco! El bronceador úsalo donde te pegue el sol naturalmente: sienes, pómulos y quijada. El rubor, por su parte, va sólo en las manzanas de las mejillas.  

5. Descuidar el lienzo. Me refiero al estado de tu cutis en general. No existe cosa peor que aplicar un maquillaje en un rostro seco y sin vida; a final de cuentas se nota ¡y mucho! Sin importar tu tipo de piel, una buena rutina lo mantendrá hidratado y preparado para cualquier color. Y si todo lo demás falla, ¡los prebases hacen milagros!

Imagen vía Corbis Images