4 Trucos para usar LEGGINGS sin que te veas horrorosa

Si bien la mayoría afirma que los leggings son el peor crimen de moda que existe hay que aceptar que son comodísimos. Lo mejor de todo es que no necesitas tener un cuerpo de modelo ni la cuenta bancaria de Jennifer López para usarlos –sólo tienes que enfocarte en estos simples truquitos para que te despidas de los pantalones ¡de una vez por todas!

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Lo que hace años era una pieza exclusiva de entrenadores y deportistas, hoy se ha catalogado como la prenda de vestir más vendida en el mundo. No es para menos: los leggings son como de esos básicos que nunca se olvidan. Pero de que hay gente que se ve horrorosa usándolos, la hay. El problema viene porque no saben escoger las texturas o materiales correctos haciendo que tus piernas, tu celulitis y tu trasero se conviertan en el hazmerreír público. ¡Verás que es más fácil de lo que imaginas!

1. Opta por tonos oscuros: Una de las reglas principales de los leggings es que siempre, siempre tienen que ser oscuros. De hecho el negro lleva la batalla ganada para muchos diseñadores. No sólo esconde lo feo de tu cuerpo también estiliza y alarga visualmente tus piernas. Déjale los colores estridentes a las bailarinas callejeras.

2. Busca materiales gruesos: Bien importante. Creemos que como es verano podemos andar por ahí con leggings ligeros. ¡Falso! Para que puedan verse como pantalones, es necesario que esté hecho de materiales gruesos –faux leather, mezclilla, rayón o viscosa o algodón de alta calidad–. Cuando los compres asegúrate de que tu mano no se vea por el otro extremo de la tela… de lo contrario ¡se te verá todo!

3. Texturas y detalles: Aunque lisos resultan más versátiles, hay leggings que tienen texturas y acabados diferentes que realmente le dan vida a tu look. No exageres –en caso de decantarte por esta tendencia, prefiere los parches de "cuero", arruchados en zonas estratégicas (o lucirás gordita) y cero brillo. Ahora existen leggings con cierres y tachuelas que aportan ese aire rocanrolero sin sacrificar la comodidad.

4. Corte: ¡Imprescindible! No lleves al trabajo el mismo que usas para el gym. Si pretendes llevarlo tipo pantalón, haz el esfuerzo de buscar leggings de corte alto, si es posible con una banda ancha en la cintura que controle la pancita y que le dé forma a tu trasero. Otra regla de oro: ¡mírate en el espejo antes de salir! Si se te ve el panty es momento de decirle que no.

Imagen vía Corbis Images