Me encanta mi visita al salón, especialmente para arreglarme los pies. Es mi momento de apapacho, de consentirme y además mantener mis pies presentables. Confieso que la parte que más disfruto es ese masajito que me dan después del pedicure, creo que las manos de mi pedicurista son perfectas para el relajamiento.
Aunque hace unos días note que una señora sentada a mi lado tenía varias uñas llenas de hongos, y no pude evitar pensar que tal vez la bacteria la contrajo del salón, y peor aún, que tal si más adelante me harían la pedicure con los mismos instrumentos que estaban utilizando en ella…¡nooo!
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Recordé que hace unos meses mi hijo tuvo que ir al podólogo porque una bocina pesada le cayó en el pie y aunque en el dedo fracturado, la uña no la perdió, si le hicieron una mini cirugía para cortar la parte dañada. Entre pregunta y pregunta al especialista, me sorprendí al enterarme que la mayor parte de sus clientes son a consecuencia de las visitas al pedicurista y me explico los riesgos que se corren durante esas visitas.
Para empezar, las bacterias están a la orden del día y además se propagan rápidamente, especialmente en esos lugares donde no existe una buena limpieza. Las consecuencias son mas graves de lo que piensas, puedes contagiarte de enfermedades como la hepatitis, pie de atleta, uñas enterradas, hongos y hasta puedes perder la uña.
Las recomendaciones para evitar estos contagios son las siguientes:
1. Verifica que los instrumentos con los que te harán tu pedicure estén esterilizados.
2. Pide que utilicen limas desechables.
3. Cerciórate que las bañeras de hidromasaje o cubetillas estén limpias para que no pises en ningún lugar contaminado ya que de no ser así, estarás metiendo tus pies en una sopa de bacterias.
4. No permitas que corten mucho tu cutícula, recuerda que esa piel es la que protege tus uñas y por ahí se infiltran los terribles hongos.
5. Si además usas acrílico para reparar alguna una dañada, asegúrate que no tenga una rajadura pues si se filtra el agua, debajo de esas uñas se pueden desarrollar los temidos hongos.
6. Por ningún motivo permitas que tu pedicurista te ofrezca un servicio con sus manos sucias, con cortaduras en la piel, es más: pídele que use guantes.
7. Ojo con los esmaltes de uñas, si alguien con hongos lo utilizo, te puede contagiar. El consejo principal es: llevar tus propias tijerillas, alicates, limas y barnices.
Algunos salones carecen de buena ventilación y limpieza, es su obligación proporcionarte un servicio que no afecte tu salud pero también es nuestra responsabilidad no tomar riesgos y prevenir cualquier enfermedad. Ahora ya sabes en que fijarte…ponte pilas para tu próxima visita.
Imagen vía Thinkstock