Las autoridades australianas emitieron una alerta sobre los posibles daños irreversibles a la salud, que podría provocar el uso de varias marcas de jeans que contienen una tintura altamente peligrosa, al ser generadora de cáncer.
Son 121 mil piezas de ropa que se encuentran en los establecimientos comerciales con el potencial impulsor de la enfermedad, incluyendo pantalones para niños ¡Qué miedo!
Afortunadamente, la Comisión Australiana de Competencia al Consumidor (ACCC) se dio cuenta a tiempo y están siendo retirados masivamente del mercado textil. Además, se pretende tomar medidas para regular la problemática, de acuerdo a ABC News.
Lo peor de todo es cómo podría afectar la salud…
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Expertos indican que aunque no actúen de manera inmediata, los componentes de la tinta no dejan de ser de alto riesgo para la salud. Contienen benzodina y otros químicos fuertes que "deben ser minimizados o eliminados" según refiere un comunicado oficial de la ACCC.
Lo más preocupante es que su fabricación no se limita a los jeans, sino también se encuentra en sábanas y fundas de almohadas ¡Qué terrible! Menos mal que existen organizaciones que velan por resguardar los intereses del consumidor, ya que cualquiera podría sufrir las consecuencias sin ni siquiera estar enterado.
Saber que la alimentación, los agentes contaminantes y ahora también la ropa, sean detonantes de una de las enfermedades más peligrosas que existen, me quita el sueño. A veces pareciera que por mucho que una se cuide, siempre existen factores de riesgo para el cáncer, incluyendo los de tipo hereditario.
Aunque el uso de la tintura australiana aún no se ha restringido, la moderadora de la institución, le hizo serias recomendaciones al gobierno. "La tinta es un conocido carcinógeno pero su riesgo de migrar de la ropa a la persona es extremamente bajo" explicó, acotando que "tendrías que usarla durante largo tiempo en condiciones sudorosas" para que haga efecto.
De todas maneras, la previsión impera en este caso que debe tener paniqueadas a muchas personas, con toda razón. Una prenda tan popular como el jean, convertida en un potencial arma mortal, no es algo para dejar pasar por alto.
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