ALERTA: Lámparas ultravioleta para secar uñas aumentan riesgo de cáncer

Si alguna manía tengo en la vida son mis uñas. Las de las manos y las de los pies. Si no tengo una manicura y una pedicura profesional en perfecto estado, no me encuentro a mi misma. Soy así desde que me conozco y a estas alturas de mi vida no creo que pueda ni quiera cambiar. Recuerdo que cuando me casé y emigré desde Venezuela (donde mi manicurista iba a mi casa cada cinco días), para irme a vivir en un pueblito en el sur de California, la única condición que puse fue mi manicura y mi pedicura semanal. Pero fíjate que hasta en algo tan sencillo como arreglarte las manos, podría haber riesgo de cáncer.

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En mi afán de tener las uñas "perfectas" una vez cometí el error de ponerme uñas acrílicas, de esas que se hacen con un polvito y que una vez limadas y pulidas se "hornean" dentro de una lámpara ultravioleta. Después de ese desastre, tardé más de 6 meses en volver a tener una uñas naturales decentes y juré que más nunca caería en la tentación de las acrílicas. Y menos mal que me dejé de eso porque me acabo de enterar de que la exposición a las famosas lamparitas UV es factor de riesgo de cáncer.

Según un estudio recientemente publicado por la Revista de Dermatología de la Asociación Médica de Estados Unidos, alrededor de 24 exposiciones a los rayos ultravioleta de las famosas lamparitas que se usan para secar el esmalte de uñas, serían suficientes para causar daños en el ADN de las usuarias.

Y es que las lámparas ultravioletas que se utilizan en algunos salones emiten los mismos rayos nocivos que emiten las camas de bronceado cuestionadas tanto por la Academia Americana de Dermatología, como por la Organización Mundial de la Salud que las etiquetó como carcinógenas y las puso a la par con el consumo de tabaco como una amenaza para la salud pública.

Según la Sociedad Americana del Cáncer, la exposición a la radiación ultravioleta (UV) es un factor de riesgo para la mayoría de los cánceres de piel. Tanto la luz solar natural como las lámparas UV usadas para el bronceado emiten estos peligrosos rayos, lo mismo que las lamparitas que se utilizan para acelerar el secado en los salones de uñas .

Luego de examinar y probar 17 lámparas en diferentes salones de uñas, investigadores calcularon que se necesitarían unas 208 manicuras (con exposiciones de ocho minutos a las lámparas ultravioleta, cada una), para causar daño en las células de la piel y aumentar el riesgo de cáncer. Siendo así, en mi caso que me hago una manicura semanal, en cuatro años ya me habría dañado una cuantas células. Y que va. No vale la pena.

Imagen vía Thinkstock