Recetas caseras para que siempre huelas bien aunque no uses desodorante

Me quedé loca cuando leí las recientes declaraciones de Cameron Díaz en las que asegura haber prescindido del desodorante por largo tiempo. "No uso desodorante desde hace 20 años" replicó la actriz, y lo primero que pensé es que era desaseada.

Luego me retracté considerando que una mujer tan espectacular como la actriz de Hollywood debía tener otro secreto para evitar olores desagradables pese a no usar el producto, y estaba en lo cierto.

Cameron dice que la depilación evita la transpiración, pero indagando un poco más, me encontré con estas soluciones caseras y totalmente naturales, para usarlas cuando no tengamos acceso al antitranspirante, que según ella es totalmente "inútil".

Aunque no comparto su pensar, recopilé algunas de las más populares y te invito a que las pruebes…

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La primera que recomiendo es la fécula de maíz, también conocida como maicena, mezclada con bicarbonato de sodio, que colocada sobre las axilas combate los olores efectivamente. Otro remedio que he escuchado para las personas que se les ha pegado un tufo o mal olor, es colocarse bicarbonato en polvo con limón en el área afectada, para matar los gérmenes que provocan el desagradable aroma.

Otro desodorante natural es la piedra alumbre, que con sus facultades antisépticas puede evitar la bacterias y mantenernos con una sensación de limpieza. Lo único que debes hacer es mojar la piedra y frotarla sobre tu piel, para que empiece a trabajar a tu favor.  

La savia del aloe vera es muy buena para desodorizar, y se puede emplear en todo el cuerpo. El aceite de árbol de té es otro producto que puede reemplazar a los antitranspirantes comunes, ya que ataca directamente las bacterias que provocan malos olores.

El jugo de rábano aplicado después del baño, es uno de los desodorantes naturales que mejor trabaja en el cuerpo. Es económico y rendidor. Ni qué decir de la infusión de romero, que se cocina con agua, una gotas de alcohol, las gotas de una flor llamada hamamelis y extracto de limón, y ¡santo remedio!

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