A lo largo de mi vida me he encontrado con muchas personas que desprecian a la mayonesa. Francamente no lo entiendo, a mí me encanta. Es deliciosa, va con casi cualquier comida, es súper necesaria para hacer un sándwich y hasta puede dejar tu cabello luciendo de maravilla.
Esa última no te la sabías ¿verdad? Pero es totalmente cierto e irrefutable. Aquí te dejo 5 usos de este increíble producto que jamás imaginaste y tal vez te hagan reflexionar sobre tu gusto por ella. Si no la empiezas a incorporar a tu cocina, probablemente termines convirtiéndola en un ingrediente esencial en tu rutina de belleza con productos caseros.
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1. Tratamiento para el cabello:
La mayonesa tiene propiedades buenísimas para tu cabello. Ayuda a suavizarlo e hidratarlo para que sea vea como seda. Aplícalo sobre las puntas de tu cabello –es verdad, mi mamá lo hacía cuando yo era pequeña- y ponte una gorrita durante 30 minutos. Lávalo como acostumbras con shampoo y acondicionador y listo. Si te gusta el resultado puedes aplicarlo la próxima vez desde el cuero cabelludo hacia abajo.
2. Suavizar la piel:
¿Te dan vergüenza tus tobillos, codos o rodillas? Si tienes este tipo de zonas muy resecas o con un aspecto áspero, la mayonesa puede ser tu mejor tratamiento de spa. Aplica un poquito de mayonesa en el área afectada y déjala actuar por 15 minutos. Sólo enjuaga con agua y notarás que se ha suavizado notablemente.
3. Limpiar grafitis caseros:
Si tus hijos decidieron hacer un cuadro de pop art en tu sala, no desesperes. Ve a tu cocina, toma una cucharadita de mayonesa y aplícala sobre la obra de arte que quieras desaparecer. Déjala sobre la parte manchada por unos 10 minutos y con una servilleta o toalla límpiala. Habrá desaparecido. Explícale a tu hijo que la vida de grafitero es muy malagradecida y que mejor pinte en un papel, donde quedará de por vida y hasta puede exhibirse en el refrigerador de la casa.
4. Fortalece tus uñas:
Remoja tus uñas, cutículas y dedos maltratados por el frío o la resequedad, en mayonesa. Enjuagalas con agua tibia.
5. Limpiar teclas de pianos:
Si ya sacrificaste un pobre elefante para que tu hijo aprendiera a tocar como Beethoven en un piano hecho de teclas de marfil, o simplemente eres familiar de Lucerito y tienes piezas de dicho material adornando tú sala, puedes limpiarlas con un poco de mayonesa para que el asesinato haya valido la pena.
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