Si eres como yo, de vez en cuando te cansas de verte de la misma forma en el espejo, pero no siempre hay en el presupuesto unos dólares para renovar el guardarropa, o ir a un estilista para probar un nuevo corte de cabello. ¿Me creerías si te digo que nada de eso es necesario para verte radicalmente diferente? En serio.
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1. Cambia tu peinado. Fíjate que no te dije el corte. Si eres de las que te peinas con la raya en el medio, cambiátela para un lado. No es fácil acostumbrarte, pero te aseguro que más de uno te va a preguntar qué te hiciste.
2. Usa el delineador de ojos de manera diferente. Si te lo pones grueso, quizá te convenga abandonarlo completamente. Si no lo usas a menudo, una rayita en el párpado no te cambiará demasiado la rutina de belleza, pero sí te vas a ver diferente. Juega con las sombras y los lápices de ojos. Atrévete a maquillarte de una forma diferente.
3. Modifica radicalmente el tono de los labios. Ya que estamos en el tema del maquillaje, pocas cosas son tan impactantes como el labial, pero afectan tu imagen de una forma tan sutil, que te vas a ver diferente, sin necesariamente parecer otra. Yo siempre pensé que el color nude me quedaba mal, hasta que decidí maquillarme los ojos de forma más acentuada y usarlo. Mi marido me dijo que se había enamorado de mí por segunda vez con ese look.
4. Conviértete en una arqueóloga de tu clóset. Te apuesto que tienes tops, vestidos y chaquetas que nunca te pones. Desentiérralos y sácalos a pasear de vez en cuando.
5. Usa los accesorios de forma diferente. Combina ese collar que nunca te pones por ser demasiado formal con una camiseta. Ponte lentejuelas con jeans. Las mezclas inesperadas nos cambian el look y nos hacen ver modernas y chic.
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