A veces, por más productos, cremas y exfoliantes que nos apliquemos, nuestra piel simplemente ya no se ve tan fresca y juvenil como antes. Es entonces cuando necesitamos tomar acciones mucho más profundas.
No te asustes, no me refiero a que partas tu cochinito y te metas a un spa carísimo o te sometas a una cirugía, sino que hay una forma mucho más sencilla, barata y sin dolor que puede ayudarte a cambiar desde el interior tu aspecto…
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La forma más sencilla de tener una piel suave, hidratada y radiante está en lo que pones en tu boca. Los alimentos tienen el poder de transformar nuestro cuerpo y no sólo hacernos lucir unos jeans como modelo, sino de vernos y sentirnos bien.
Para cuestiones de piel, si lo que notas son arruguitas y un tono apagado en el cutis, estas son las frutas y verduras que debes comenzar a comer casi a diario:
Té verde: Ya sea que te tomes una taza diaria o lo apliques sobre tu piel, reduce las lesiones por acné, reduciendo la inflamación de la piel. Se cree que previene el cáncer de piel y su alto contenido de antioxidantes detiene el envejecimiento prematuro.
Almendras: Las almendras son semillas repletas de vitamina E, la cual es el mejor protector contra los rayos UV y nutre nuestra piel con antioxidantes.
Chocolate oscuro: La semilla de cacao contiene múltiples vitaminas, proteínas y químicos que favorecen la regeneración de las capas de la piel y está lleno de antioxidantes que mejoran su aspecto.
Tomate: Es de los mejores depuradores de la sangre lo que mejora el tono de tu piel y sus múltiples vitaminas y minerales vigorizan al organismo en general.
Zanahorias: Tu mamá te dijo que las comieras para mejorar tu visión, pero en realidad también ayudan a tener una piel saludable, retrasar el envejecimiento y hasta previene del cáncer. Aparte si quieres salirte a broncear, ¡hacen que tu piel quede con un mejor tono de bronceado!
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