Para mi mamá ponerse rímel era como ponerse calzones. Simplemente no sales de la casa sin habértelos puesto. Por desgracia, su pobre hija no lo aguantaba porque todo me da alergia en el rostro.
Por fortuna, encontré con el tiempo algunos tipos de máscaras que no me hacen parecer como pez globo después de aplicarlos. Sin embargo, son carísimos y se me echan a perder muy rápido. Por lo que encontré algunos tips caseros para alagar su vida en mi tocador…
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El rímel puede hacer grandes cambios en la apariencia de tu rostro. Puede agrandar tus ojos y profundizar tu mirada, al mismo tiempo de hacerte lucir muy coqueta gracias a las pestañas.
Encontré 2 tips buenísimos para que no se te eche a perder con el calor del verano o el frío del invierno:
1. Solución salina: Saca la brochita del envase del rímel.
Añade de 4 a 5 gotitas de solución salina en la botellita del rímel.
Introduce el cepillo y agita.
No excedas el número de gotas para que no se te eche a perder.
2. Con aceites: Haz el mismo proceso que con la solución salina, pero sólo vierte de 2 a 3 gotitas de aceite de almendras. Este servirá también para cuidar tus pestañas y hacerlas crecer más rápido.
Puedes aplicar si lo prefieres aceite de oliva extra virgen.
Recuerden que en ambos casos deben de revolver muy bien la sustancia del rímel con el aceite o la solución salina para que no queden grumos y no les vaya a entrar aceite al ojo.
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