Hay pocas cosas que me dan más rabia que estrenarme esos zapatos que me quedaron maravillosos en la tienda y darme cuenta de que me dejan los pies en la miseria, adoloridos y con llagas. En este país a veces se pueden devolver, pero a mí me da vergüenza llevarlos con las suelas sucias, así que se quedaban languideciendo en el closet, hasta que descubrí estas técnicas para adaptarlos a mis pies.
Estos consejos te van a servir según cuál es el problema con los zapatos, que te quedan grandes, chicos, o sencillamente su forma no va bien con tus pies, porque no hay nada más triste que no poder ponerse esos modelitos porque no te dejan caminar.
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1. Bolsas de hielo. Coloca bolsas llenas en 25 por ciento de agua dentro de los zapatos y pónlos en el congelador. Empuja la bolsa hacia donde te molestan más los zapatos. Cuando el agua se haya convertido totalmente en hielo es hora de sacarlos. Entonces déjalos a temperatura ambiente y quítales las bolsas cuando el agua se derrita. ¡No te olvides de secar los zapatos!
2. Alcohol y papel. Aplica el alcohol a la parte interna del zapato. Cuando esté medio húmedo por dentro, llénalos con papel. Idealmente sería un papel sin colorante. Mete tanto papel como puedas, apriétalo bien y déjalo dentro de los zapatos por 12 horas. Entonces saca el papel y pónte los zapatos por varias horas para que agarren la forma de tu pie.
3. Acondicionador de cabello. Con mucho cuidado para que no se moje la parte de afuera, pon acondicionador de pelo en la parte interna del zapato. Si la piel es de gamuza se puede manchar. Idealmente debe ser bastante enjuague. Déjalos así por al menos 24 horas. Límpialos con un paño seco. Esta técnica sólo funciona con zapatos de pieles.
4. Modeladores de zapatos. Los modeladores de zapatos, además de ablandar y dar forma al cuero, le dejan un olorcito rico y conservan mejor los zapatos.
5. Ponte plantillas. Si te quedan grandes los zapatos, pero te encantan, la solución es ponerle plantillas para subir tu pie. Si estás en una emergencia, puedes hacerlo con una silueta de tu pie sobre un cartón, pero si tienes tiempo comprate una de las que hay por todos lados con gel.
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