A diferencia de mi madre que se hace la manicura todas las semanas, yo nunca he tenido ni tiempo ni la paciencia para este tipo de cosas. Además siempre me ha molestado que cada vez que me hago la manicura, me dura sólo 2 ó 3 días de tanto que me lavo las manos ya que pareces que siempre las tengo sucias gracias a mis dos hijos. No es que no me guste tener las uñas bonitas, sino que me parece un desperdicio de dinero. Hasta que descubrí la manicura de gel–conocida en inglés como Shellac–, y ahora me he vuelto adicta.
Lo mejor es que dura mucho más que una manicura normal y te deja las uñas bien brillantes. Pero como todo en esta vida tiene su precio, temo informarte que los expertos dicen que hay que tener mucho cuidado con este tipo de manicura.
Según un reciente comunicado de prensa de la Academia Americana de Dermatología, la manicura de gel puede ser demasiado dura para nuestras uñas ya que las puede dejar demasiado débiles y finitas. Con el tiempo, esto puede llevar a pérdida de brillo natural y hacer que las uñas se quiebren más fácilmente.
El otro problema que advierten los dermatólogos es que este tipo de manicura podría esconder enfermedades de las uñas si una mujer se la hace de manera regular. Por otro lado, también existe un mayor riesgo de cáncer de piel por culpa de las lámparas ultravioletas que se usan para secar el esmalte durante una manicura de gel.
Yo medio que había escuchado esto último, pero ahora me preocupa aún más. ¡Qué pena! porque realmente me gusta cómo se ven las uñas con este esmalte…y ni hablar de lo mucho que me ayuda a no jalarme los pellejos y sacarme sangre cada vez que estoy nerviosa.
Si a ti también te gusta este tipo de manicura, lo mejor es que te la hagas muy de vez en cuando, que te apliques protector solar en las manos antes de hacértela y que te asegures de hidratarte las uñas varias veces al día.
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