No sabes lo motivada e inspirada que me siento, después de ver la imagen de la modelo australiana de talla extra Robyn Lawley, quien mide 1,87 metros y es talla 12. Y es que, esta joven comenzó a ser noticia desde que el diseñador Ralph Lauren la utilizó como modelo de su marca. Desde entonces, son muchas las mujeres que fantasean con la idea de que, finalmente, los exigentes estereotipos de belleza, puedan cambiar, para dejar de hacernos sentir "gordas" todo el tiempo. Pero para Lesley Kinzel, editora asociada de xoJane.com y autora de Two Whole Cakes: How to Stop Dieting and Learn to Love Your Body, llegar a esa meta, es mucho más difícil de lo que pensamos, pues aunque la industria de la moda se esfuerce por mostrarnos modelos "reales", somos nosotras a quienes se nos dificulta aceptar este concepto, como explica la autora, en un artículo publicado en CNN en Español.
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Y es que, según Kinzel, la sociedad suele ser sumamente hipócrita, pues aunque por un lado aclama los cuerpos "reales", por el otro, critica a aquellas mujeres que se atreven a mostrarse tal y como son. Ella menciona, por ejemplo, el caso de Lady Gaga, quien, recientemente, fue atacada por mostrar su cuerpo "imperfecto". Y es que, como argumenta la autora, las féminas *"*queremos ver mujeres reales cuando se ven como Robyn Lawley en un anuncio de Ralph Lauren, peinadas y digitalmente alteradas en ese mundo de fantasía icónico e inmaculado. No queremos ver a mujeres reales cuando se ven como nosotros".
¡Y creo que es verdad! ¿Cuántas veces te has sorprendido criticando a una modelo de revista porque no están tan delgada como se supone debería estar? O la ves y dices: "¿Qué hace esta mujer de cara simplona modelando ropa?". Así es, al parecer, como dice Kinzel, el cambio de mentalidad, no depende de los diseñadores ¡sino de nosotras! Hasta que las mujeres no comencemos a aceptar, a las mujeres de carne y hueso, modelando ropa de catálogo, los exigentes estereotipos de belleza, nunca se van a acabar.
Así es que ya lo sabes, la solución al problema de los falsos estereotipos de belleza ¡lo tenemos en nuestras manos! Sólo es cuestión de que nos decidamos a cambiar nuestra manera de pensar y de que dejemos de soñar con la perfección, ya que ésta no existe.
Imagen vía Getty Images
