Ayer estaba viendo American Idol y me puse a pensar que la verdadera razón por la que veo ese programa, es para ver lo que Jennifer López lleva puesto. Y es que han pasado muchísimos años desde que la reina del Bronx se hizo famosa, pero hasta el día de hoy no deja de cautivarnos con su forma de ser (parece una mujer muy sencilla y dulce) y sobretodo con su forma de vestir.
J.Lo brilla con luz propia y se pare donde se pare deslumbra con sus atuendos. Sí es cierto que cuando tuvo sus bebés tomó un tiempo libre para estar en familia, pero cuando regresó al mundo de la luces y las cámaras, lo hizo como sólo una estrella lo puede hacer: mejor que nunca. A sus 42 años López proyecta seguridad, fuerza, talento, carisma, frescura y felicidad. Para mí ella está en su mejor momento.
Cómo olvidar ese vestido verde de Versace con el escote hasta el ombligo que llevó a los Grammys en el 2,000. ¿Se acuerdan? Hasta el día de hoy muchas de nosotras todavía nos acordamos de aquel famoso vestido. Y es que López sabe cómo robar miradas y lo hace de manera natural. Por que hay personas que por más que traten y traten no tienen ese “don” que esta belleza latina tiene.
J.Lo conoce muy bien su cuerpo y sabe lo que le queda bien. Además, con esa seguridad que irradia hace que todo sobresalga aún más. Yo por mi parte estaré esperando el próximo capítulo de American Idol para ver qué lleva puesto nuestra querida Jennifer López.
Imagen vía Getty Images