El pavo de Acción de Gracias es todo un símbolo de la identidad estadounidense, pero ahora lo latino también es parte de este sentimiento patrio, asi que es el momento perfecto para darle un toque latino a uno de los platos clásicos de Estados Unidos y que cada vez más se cocina en todo el mundo. Así que, sin traicionar a la tradición, te proponemos varias maneras de darle el toque multicultural a tu Thanksgiving.
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No sé cuál será tu experiencia, pero la primera vez que hice el pavo de Acción de Gracias, mi gran obsesión era realizarlo de la manera más purista posible, para sentirme bien integrado en la sociedad estadounidense. Sin embargo, con el paso de los años, me sentí más libre para ir introduciendo toques latinos tanto al plato principal como a algunas de sus guarniciones o postres clásicos. Aquí te doy algunas ideas.
1. Marinar el pavo como si fuera pernil: ya sabes lo bien que quedan los cítricos con las aves (como el pato a la naranja o el pollo al limón). Pues el pavo no es una excepción y puedes hacerlo igual que haces el pernil: dejándolo 24 horas antes de meterlo en el horno en un marinado de naranja agria con cebollas, ajos, sal y pimienta. Verás que con esta carne blanca el efecto es muy diferente y también buenísimo.
2. En vez de stuffing, arroz con frijoles negros. Cuando estuve en Cuba vi que algunos vecinos de mi marido cocinaban el lechón relleno de arroz con frijoles negros. Al principio me sorprendió, pero lo cierto es que absorbía todos los jugos del animal y quedaba espectacular ese arroz. Puedes probar a hacer lo mismo con el pavo.
3. Cambiar el pastel de calabaza y clavo por un pastel de camote con dulce de leche. Especialmente desde que La Lechera de Nestlé sacó su recipiente con dosificador, el dulce de leche te hará viajar con el paladar a Argentina.
La Lechera
4. Cambiar la salsa de arándanos por una buena salsa de tu confitura favorita y la que más te recuerde a tu infancia. En mi caso, sumo a la de arándanos la de manzana y queda muy bien, pero sirve frambuesa, mora, fresa, mango, papaya, guayaba … la que tú quieras o más guste a tus hijitos.
5. Por último, haz croquetas con las sobras. En mi casa, en vez de jugar a un juego de mesa, mientras la sobremesa se extiende horas y horas pongo a todo el mundo a desmigar los restos una vez que el pavo está ya frío y mientras hago una bechamel. Luego lo ligo todo con el stuffing sobrante y entre todos rebozamos. Finalmente, las congelo, porque pasará un tiempo hasta que te vuelva a apetecer el pavo, pero verás que cuando las sirves, si lo haces con mermeralda de arándanos, será como revivir este día tan importante en un bocadito.
