Si confundes amor con prisión, justificando a tu pareja con pensamientos como: "Es que me ama tanto que me protege de todo y no quiere que me pase nada" o "Es que es un hombre muy intenso en el amor y por eso me levanta la voz cuando se enoja", cuando en realidad es un tipo que te quiere controlar hasta la ropa que te pones, entonces estás metida en un problema del que ¡debes salir YA! No se trata de renunciar a la relación sino quieres, más bien se trata de que aprendas a poner límites ante las conductas posesivas y dominantes de tu pareja. Si necesitas que te controlen en una relación, ponte alerta porque debes reparar tu autoestima de inmediato. Si te sientes ansiosa, preocupada y, sobre todo, sientes que estás dejando de ser tú misma, toma en cuenta estas señales para que puedas encontrar una solución.
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El control oprime, el control ahoga, el control te quita identidad, el control te destruye. Entonces, ¿por qué lo confundes con amor? Tú crees que amas y que te aman cuando en realidad ambos están en un laberinto sin salida. Una relación sana se basa en el respeto y tiene que ver con el respeto de quien eres, con el respeto de tu esencia. Cuando permites que te controlen, estás destruyéndote tú sola, buscando un amor distorsionado fuera de ti porque quizá es la única experiencia que has vivido sin darte la oportunidad de vivir otras formas sanas de amar y ser amada.
Si necesitas de alguien que te diga qué hacer, significa que tienes problemas de autoconfianza y madurez, que no confías en tu potencial y que quieres seguir siendo una niña eterna que necesita dirección y prohibición. El secreto está en que descubras tu potencial, ¡todas lo tenemos! Entiende que mereces ser feliz y no debes sentirte prisionera de tu propia vida y mucho menos encadenada a una relación que solo te trae angustia y deteriora tu autoestima.
Señal: Es tan encantador, caballeroso, protector, cuida mucho de ti y te llama cada cinco minutos.
Al principio es tan encantador que tú te vas enganchando poco a poco, suspirando por lo que consideras un “hermoso detalle”. Puede tener arranques repentinos de enojo porque no le respondes los mensajes o las llamadas de inmediato, pero tú lo justificas.
Consejo: Pon límites claros en tu mente sobre lo que es un lindo detalle y sobre lo que es una invasión.
La clave está en el momento en que te sientas con un malestar extraño en el pecho, y si siente que respondes la llamada o el mensaje por obligación y comienzas a tener miedo a que se enoje contigo, es ahí donde debes ponerle límites porque estás a tiempo de no engancharte.
Señal: Comienzas a mentir con tal de no tener un problema con él pensando que son "mentiritas piadosas".
Inevitablemente una mentira te llevará a otra hasta que una bola de nieve se convierta en una avalancha. Pensar que ésta es la mejor estrategia para evitarte problemas solo te lleva a ser víctima del control y a vivir como una adolescente mintiendo a sus padres para no ser regañada.
Consejo: Proponte no mentir jamás, habla contigo misma y prohíbetelo rotundamente.
Cuando sientas la tentación de mentir o de omitir información "con tal de que no se enoje", ponte freno y recuerda que la primera mentira se convertirá en los millones que vendrán después. Si él se enoja es su problema, entiende esto: Tú no puedes hacerte cargo de su enojo porque es de él.
Señal: Te envía mensajes todo el tiempo preguntándote dónde estás y tú te pones muy nerviosa.
Tienes incertidumbre ante sus reacciones. No sabes qué le va a parecer bien o qué le va a parecer mal, y entonces te angustias. El temblor de tu voz y tu miedo se refleja. Podría parecer que estás ocultando algo cuando en realidad estás tensa. Y pierdes total sensación de libertad.
Consejo: Responde con honestidad y seguridad y no respondas todos los mensajes porque creerá que estás a su disposición.
Tienes que ser firme y, sobre todo, hazle saber que con una sola llamada o mensaje es suficiente. Si le dejas claro que no puedes estar respondiéndole la misma pregunta mil veces, y eres consistente con tu decisión, a la larga él lo entenderá.
Señal: Te considera suya y comienza a tener celos de cualquiera que te hable.
Al principio, su forma tan pasional y posesiva puede gustarte, pero después comienzas a distanciarte de las personas con tal de que el no haga una escena de celos. Puede ponerse celoso de un hombre y hasta de que le prestes atención a tus amigos y familia.
Consejo: Jamás te separes de tu círculo social o familiar por darle gusto.
Claro que la relación tiene futuro si él acepta que tiene un problema de autoconfianza y se compromete —por su bien y por el de la relación— a buscar ayuda profesional. Si tu solución es alejarte de tu mundo por conservar la relación, estarías anulando totalmente tu individualidad.
Señal: Quiere que hagan todo juntos y no permite que te separes de él ningún instante.
Poco a poco vas perdiendo independencia y la vida de ambos se fusiona de una forma enfermiza. Él no quiere perderte de vista y no quiere que hagas nada sin que lo incluyas en tus planes. Tu independencia se va consumiendo poco a poco y lo peor es que cedes con tal de no perderlo.
Consejo: Necesitas hacer cosas por tu cuenta, tener espacios personales y recuperar tu individualidad.
No tienes que pelear con él por tu independencia, simplemente es importante que hagas planes con tus amigas o incluso que pases tiempo contigo misma, aunque él se enoje. Quizá el enojo le dure unas semanas, pero te aseguro que se acostumbrará a respetar tu espacio.
Señal: Te critica por todo lo que haces y desacredita tus logros estropeando tus ocasiones especiales.
Pareciera que le molesta verte feliz y realizada e incluso busca la forma de echarte a perder el momento con comentarios sarcásticos, con mensajes que llevan una burla escondida o con su mal humor y su mala cara. Le molesta verte contenta y sabotea tu momento.
Consejo: No le muestres ningún signo de desequilibrio e incomodidad, sigue disfrutando y aléjate por un momento si es necesario.
Sé que el impacto emocional será inevitable, pero sabrás que él buscará la manera de sacarte de tu centro con tal de que no disfrutes tus momentos. Por eso ponte el objetivo de que pase lo que pase, no le darás el poder sobre tus emociones. Y por favor replantéate si esta relación te hace feliz.
Señal: Te dice cómo vestirte, cómo hablar y cambia todo de ti y comienzas a volverte muy gris.
Puedes llegar a un punto en el que te da miedo hablar, o vestirte de determinada forma, o incluso sientes temor de ser tú misma. Como no sabes que le va a parecer, prefieres quedarte en silencio y anularte poco a poco hasta que tu presencia pasa desapercibida para cualquiera.
Consejo: A la primera señal de inconformidad hacia ti, cuestionale si de verdad quiere estar contigo porque tu ser no es negociable.
Si tú te aceptas y estás convencida de que eres una mujer valiosa, no permitirás que NADIE quiera hacerte sentir lo contrario. Hazle saber que, si está contigo, tendrá que aceptarte. Puedes aceptar consejos y los pensarás, pero jamás aceptarás exigencias de nadie.
Señal: Cuando lo confrontas, quiere asustarte con frases como “si cruzas esa puerta no me vuelves a ver”.
Es una amenaza ante su desesperación por verte determinante y fortalecida. Busca la manera de amedrentarte para que no te le pongas al brinco y además busca someterte de nuevo con este tipo de chantajes.
Consejo: Si sientes miedo y piensas que cumplirá su amenaza, ¡NO CEDAS! Sé firme.
Es importante que le regreses la responsabilidad diciéndole: "Si esa es tu decisión, la sabré respetar, yo sólo estoy poniendo claras las reglas de la relación porque quiero ser feliz; aunque, si tú decides no volverme a ver será porque TU así lo quieres".
Señal: Usa todos los trucos posibles para que le des tus contraseñas y tú se las proporcionas.
¡Grave error! Porque lejos de ayudarte a ti misma y de generarle confianza, te sientes perseguida e incluso vigilada en todo. Sabes que quiere husmear en tus redes para ver qué encuentra y como ya tiene tus claves, te cuestionará por todo.
Consejo: No le compartas tus claves porque no hará buen uso de ella.
Si él te pide tus claves sabes que es con la intención de vigilarte. Déjale muy claro que no tienes nada que ocultar pero que sabes que permitirle libre acceso les provocaría problemas, que lo haces por el bien de la relación.
Señal: Te sientes libre cuando pelean y él se desaparece por un tiempo, son como vacaciones para ti porque terminas regresando con él.
A pesar del enorme respiro que sientes cuando él se aleja, parece que su control se convierte en algo necesario para ti y es aquí donde tienes que tener mucho cuidado porque son señales de codependencia.
Consejo: Busca ayuda profesional, tu salud emocional está en juego cuando entras en codependencia.
Es muy importante la ayuda de un psicoterapeuta, de un taller, de un grupo de autoapoyo e, inclusive, de algún libro que te ayude a entender por qué te estás sintiendo así. Necesitas encontrar tu paz interior y tu equilibrio para tomar decisiones saludables.
