Deja de pensar que falta mucho para hablar de sexualidad con tu hija y sacúdete todos los prejuicios que te estorben para tener esta conversación. No esperes el momento indicado porque la orientación que necesita no es cuestión de tiempo sino de decisión. Si ya notaste señales de que comenzó su vida sexual, o está por hacerlo, ponte las pilas porque tu orientación será clave para que lo haga sin riesgos. Así que no se diga más y toma nota de estos consejos para hablar con ella al respecto.
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En una era de tanta tecnología, los nuevos riesgos a los que se ven sometidas nuestras hijas, deben ser aniquilados con la información correcta y con tu consejo sobre como deben cuidarse de los peligros y de las enfermedades de transmisión sexual.
Toma en cuenta que es una edad en donde predomina la curiosidad y la búsqueda de placer y una mala decisión en el sexo, podría afectar sus sueños y propósitos de vida.
Si tu filosofía es prohibir, castigar, amenazar o controlar, vas por el camino equivocado.
“No quiero que vayas a cometer una tontería”, “te prohíbo que veas a ese chico”, son algunas de las frases que he escuchado de madres asustadas. El control excesivo puede orillar a tu hija a decirte mentiras y a no confiar en ti.
Si estás sorprendida y enojada por la sospecha, mejor relájate antes de hablar con ella.
No cuestiones, muestra interés por lo que puede sentir. Afirmaciones como: "Que emoción verte tan enamorada", "veo que cada día suspiras más y me agrada verte feliz", "¿Hay algo que me quieras platicar?" pueden abrir la conversación a algo más profundo.
Evita sermones que lleven el mensaje: Yo a tu edad ni pensaba en eso.
A veces las madres en nuestro afán de evitarles malas experiencias a nuestros hijos, creemos equívocamente que retrasaremos su decisión comparándonos con ellos.
Preguntale con interés las razones por las cuales ha decidido hacerlo y haz hincapié en que jamás debe sentirse obligada.
Es muy importante que la sexualidad sea un camino sano y que jamás se sienta obligada por su novio a hacer algo que no quiere. Ella debe saber que tiene el derecho de decir “No” y también tiene el derecho de que ese “No” sea respetado.
Dale el mensaje de : Si no estás segura, es mejor que esperes.
El problema es que, si tu hija accede a tener sexo con su novio por miedo a perderlo, se convertiría en un acto por temor y no por amor. No debe dar el paso si no está segura de querer darlo. Dile que cuenta contigo y que apoyarás su decisión siempre y cuando esté segura.
Ofrece tu apoyo y tu compañía para consultar con un ginecólogo.
Muchas madres piensan que esto es un permiso abierto para que se desboquen en su vida sexual. Sin embargo, ofrecerles seguridad para su salud y ante cualquier posibilidad de enfermedad de transmisión sexual, es acabar con la ignorancia ante el tema y con los tabúes.
No metas información religiosa o de moral en este tipo de conversación, evita crearle sentimientos de culpa.
Si quieres que tu hija te escuche con atención y sienta tu interés, y no se sienta culpable por ser un ser humano de carne y hueso con deseos y necesidades, evita los juicios de valor. Es mejor hablar de emociones y de sentimientos para que la conversación sea transparente.
Hazle saber que no es un acto meramente para dar o recibir placer sino de dar y recibir amor.
Te aseguro que, si lo comprenden, esto ayudará a que no se enfrasquen en relaciones codependientes o inestables sino que busquen la estabilidad emocional además del placer de la relación.