Yo crecí rodeada de rituales de año nuevo: que si las lentejas para la prosperidad, que si la escoba para sacar las malas vibras, que si las monedas para la abundancia, que si las maletas para viajar. Así que, como verás, para mí no hay fiesta si no hago por lo menos uno de estos rituales antes de que finalice el año. Pero una práctica que, en definitiva, no puede faltar por nada del mundo, es la carta de los deseos.
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Y es que, es ahí donde escribo, las 12 cosas que quiero tener el siguiente año. Normalmente, la redacto un día antes, en un momento a solas, trayendo a mi mente, las cosas realistas que me gustaría tener. Luego, la abro unos minutos antes de que den las doce y leo cada uno de los deseos, mientras escucho cada una de las campanadas y me como las doce uvas. Después, guardo la lista de deseos en mi cartera y la llevo conmigo todo el año, hasta que la reemplazo por la nueva.
Lo más curioso de todo, es que cada año, cuando vuelvo a abrir la carta vieja, me doy cuenta, de que por lo menos, uno de los deseos que pedí ¡se me cumplió! ¡Sí! puede que sea obra de la casualidad, pero siempre he creído que la fe mueve montañas. Así es que, este año, decidí ponerle un poco más de esoterismo a mi ritual personal y encontré en el blog de astrología, Horoscopía, otra manera de escribir la carta de deseos.
El sitio recomienda que escribas tus deseos en las siguientes categorías: Lo que deseas ser, lo que deseas tener, lo que deseas disfrutar, y lo que deseas hacer. Todo esto debes escribirlo en tiempo presente ("yo tengo una buena relación con mi pareja", "yo tengo dinero para vivir cómodamente", etc.) Es importante que cada vez que termines de escribir un deseo, des las gracias por lo que estás decretando. El siguiente paso, es hacer un ejercicio de meditación, en el que te visualices, teniendo en tus manos cada una de las cosas que acabas de pedir, sin olvidar agradecer por ello. Tras este ejercicio, sólo tienes que poner la lista donde la puedas leer todos los días e ir tachando cada uno, conforme se vayan cumpliendo, sin dejar de agradecer.
¡Eso es todo! Estoy segura que con este ritual, lograrás que el universo conspire a tu favor para que se te cumplan todos y cada uno de tus deseos. Recuerda que lo más importante es tener fe y ser realista con lo que pides ¡Suerte y feliz año nuevo!
