Piel áspera, labios partidos, rosácea… ¿Te suena familiar? La resequedad es propia del invierno y difícilmente puede combatirse con cremas o lociones comerciales. Por eso te tengo una receta casera que promete devolverle la suavidad a tu piel aunque vivas en el Polo Norte. ¡Te quedarás boquiabierta!
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Siendo honesta contigo, me encanta el invierno, el frío, la nieve y todo lo que tenga que ver con esa estación. Pero algo que no soporto es la resequedad y créeme, cuando pasas meses y meses en temperaturas bajas, la piel sufre ¡y de qué manera! Llega un punto donde, por más que te apliques cremas, las asperezas siguen ahí haciendo de las suyas.
A la fuerza he aprendido que los ingredientes naturales, esos que viven en tu cocina, son los únicos que eliminan las consecuencias del invierno en un dos por tres. De hecho, cada semana durante los meses más fríos, me aplico un "exfoliante" a base de vinagre y leche que suaviza a profundidad y retira la piel muerta como por arte de magia. ¡Te aseguro que funciona!
Remedio natural para la resequedad del invierno
Ingredientes:
-Tres tazas de vinagre
-Dos tazas de leche
-10 gotas de aceite puro de lavanda
-2 cucharadas de aceite de oliva y/o 2 cucharadas de aceite de almendras dulces
-1 cucharada de azúcar morena
Procedimiento:
-Mezcla todos los ingredientes hasta que quede una mezcla bien homogénea. Utiliza un batidor si es necesario.
-En la ducha y justo antes de bañarte, humedece tu piel con poquita agua y aplícate el exfoliante con movimientos circulares. Haz énfasis en esas áreas propensas a la resequedad en el frio, como las manos, el rostro y el pecho.
-Retira con agua templada y báñate como de costumbre. Repite el tratamiento al menos dos veces por semana y verás cómo tu piel se adapta mejor al clima y queda suavecita a pesar del invierno. ¡Será el santo milagro para tu cuerpo!
