Rosie Rivera volvió a pasar por el quirófano para hacerse un arreglito, esta vez en el trasero, y de nuevo lo confesó en las redes, donde por supuesto explotaron los comentarios no siempre positivos al hablar de la hermana de Jenni Rivera y albacea de su testamento, así como de esas posaderas nuevas que vienen con nacionalidad brasileña. ¿Quieres verlas?
Cuando todavía no nos habíamos recuperado de la imagen en la que mostraba la cicatriz que le había dejado la cirugía plástica en los brazos para reducir la piel llegó este nuevo paso por la cirugía plástica.
Y con él, desde luego, muchísimos comentarios en las redes que se dedicaron a alabar o a machacar a Rosie, pues ya sabemos que el mundo de internet no tiene término medio.
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Este es el nuevo trasero de Rosie Rivera.
Como ves, vuelve a hablar bien claro. Esta es la versión traducida de su honesto post: "He sido transparente con respecto a mis cirugías y en este caso, la elevación de las pompis estilo brasileño y lipo marcaron una gran diferencia… pero comer saludablemente y hacer ejercicio es imprescindible. La faja mejora y da forma, las cirugías ayudaron mucho… pero el estilo de vida saludable me da una vida más saludable, una mente más fuerte y me da poder. Es mi cuerpo… tus opiniones no cambiarán mi punto de vista… es mi dinero que ganó con mi sudor… tus extrañas suposiciones no cambiarán eso. Llámame plástica, pero estoy feliz de ser abierta y transparente con mis seguidores".
Hubo muchos comentarios que alabaron su belleza y su sinceridad.
Rosie Rivera, tanto como pastora como mujer, tiene muchos seguidores que admiran su manera de afrontar una vida sin duda difícil y una fama que le llegó a la familia Rivera demasiado rápido y acompañada de mucha tragedia.
Así eran los glúteos de Rosie antes de la intervención.
Lo cierto es que no era algo que necesitara un arreglo urgente, pero, por supuesto, cada uno es libre de recurrir a cualquier método para sentirse mejor consigo mismo y nadie merece las críticas feroces que le llovieron.
Muchas de las críticas vieron incompatibilidad con su cargo como predicadora.
Suerte que Rosie ya está más que acostumbrada a que todo el mundo opine de su vida y ella es fuerte, pero realmente nadie merece que se hable así de una decisión que, al fin y al cabo, es totalmente personal y que no hace daño a nadie.
