
Aunque esté de moda por ser el favorito de Kim Kardashian, el agua de rosas ha sido un indispensable en rutinas de belleza por generaciones. Hasta podría decirse que es el secreto no tan secreto de abuelitas y bisabuelas. Además de prepararse fácilmente, es capaz de renovar tu rostro, tu cuerpo y tu imagen en cuestión de semanas. Acá te muestro diez beneficios que pueden cambiarte la vida.
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Para lavarte la cara es buenísima.

Enjuagarte el rostro todas las noches con agua de rosas balanceará los niveles de acidez de la piel, evitará las espinillas y le dará un colorcito hermoso a tu cutis.
Como mascarilla facial es un lujo.

Combina agua de rosas con cualquier ingrediente natural para crear la más fantástica y deliciosa mascarilla casera.
Ayuda a dar alivio de la insolación.

Si se te ha pasado la mano bajo el sol, rocía agua de rosas para aliviar las molestias.
Puedes usar el agua de rosas para combatir el acné.

Para eliminar el acné leve o moderado, mezcla agua de rosas con varias gotitas de limón y aplícalo en las noches. ¡Verás que los brotes se secan como por arte de magia!
Puede desaparecer las estrías.

Aunque no las elimina por completo, el agua de rosas ayuda a aminorar la apariencia de las estrías y a hidratar la piel.
El agua de rosas es un fantástico tónico facial.

Quizás el uso más conocido. Una pasadita de agua de rosas en tu rostro hará que se vea más lozano y dismuinirá el tamaño de los poros.
Es un delicioso perfume.

Crea tu propio perfume triturando pétalos de rosas y agrégale unas gotitas de alcohol, agua mineral y extracto de rosas. Aunque no es el aroma más fuerte, te aseguro que olerás delicioso durante todo el día.
Es indispensable para manicuras.

Hidratar tus manos en agua de rosas ayudará a suavizar las cutículas y a fortificar las uñas. Si le agregas limón, podrás desmancharlas cuando las tienes amarillas.
Hidrata los pies resecos.

El agua de rosas tiene el poder de suavizar talones y tobillos ásperos, además de blanquearlos a la larga.
Ayuda con el cuero cabelludo y la caspa.

El agua de rosas, aplicada directamente en la raíz, ayuda a aliviar y calmar los síntomas de la caspa.