Todos en la familia tienen una opinión sobre los niños que son quisquillosos a la hora de comer. Unos piensan que son malcriados, otros que están enfermos. Las recomendaciones son igual de variadas, pero lo cierto es que hay muchos mitos sobre el tema. Aprende la verdad para que puedas ayudar a tu chiquito o chiquita.
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Si los niños no comen bien de chiquitos tendrán problemas toda la vida.
Esta es una de las razones más comunes por las que los papás obligan a los niños a terminarse lo que está en el plato y probar nuevos alimentos.
Esto no es cierto. Según un estudio publicado en la revista médica de Desórdenes Alimenticios, un 27.6 por ciento de los niños de tres años son quisquillosos con los alimentos, pero la cifra había caído al 13.6 por ciento cuando los niños llegaban a los 6 años.
Los papás tienen la culpa de que sus hijos tengan problemas con la comida.
Diferentes investigaciones han descubierto que un 70 por ciento de los niños en edad escolar, pero incluso desde bebés, son muy sensibles a los compuestos amargos que tienen algunas verduras, lo que puede explicar porqué los rechazan, así que no es tu culpa si tu chiquito grita como si lo van a matar cuando lo obligas a comer brocoli.
Sin embargo, los expertos insisten en que no hay que convertir la mesa en un campo de batalla. Una estrategia que ofrece un estudio es darles la posiblidad de ponerle alguna salsa a esas verduras, que esconda un poco el sabor.
Los niños que dan problemas para comer terminarán con desórdenes alimenticios.
Obviamente nadie quiere terminar con un niño obeso, anoréxico o bulímico, por lo que los dramas para comer dan mucho estrés. Sin embargo, los expertos han descubierto que no hay relación entre una cosa y la otra.
Lo que sí es importante es no crear problemas psicológicos alrededor de la comida. Siempre hay que irse por lo positivo.
Si un niño no come todo lo que se le pone en el plato es mal comedor.
Las razones por las que tu niño da problemas para comer son muy variadas y solo un experto, apoyándose en una atenta observación de tu parte, las podrá determinar.
Lo que sí no es cierto es que la única forma de comer es tres veces al día, sentado en la mesa "como Dios manda". Muchas personas perfectamente alimentadas comen de a poquito, varias veces al día. Es más, lo recomendable es cinco comidas de tamaño moderado.
Comerá cuando tenga suficiente hambre.
Es algo que decía mi abuela y que mi hermano me demostró que era un mito, antes de que lo demostraran las investigaciones científicas.
Maryann Jacobsen, MS, RD, escritora y nutricionista, recomienda dejar siempre alimentos nutritivos al alcance de la mano de los niños e insiste en que los niños quisquillosos para comer no responden bien a las presiones. Lo mejor es demostrarle como el resto de la familia come ciertos alimentos o simplemente come sin problemas. Cero drama.
Si el niño no se ve flaco no hay que preocuparse.
Puede ser que tu hijo no tenga problemas físicos, pero si ves que tu pequeño o pequeña exhibe ansiedad a la hora de comer, o si ves que el problema va escalando, pide ayuda.