Ideas infalibles para hacer sonreír a tus hijos cuando lleguen de la escuela

Recibir a los niños con los brazos abiertos cuando llegan de la escuela es una tradición que practicamos todas las mamás que tenemos el privilegio de verlos al final del día. Sin embargo, hay otros detallitos con los que puedes hacer que te regalen una sonrisa de oreja a oreja. Aquí tienes algunas ideas infalibles.

1. Ten lista una buena merienda. Una mezcla de galletitas saladas y dulces, un juguito o un smoothie los va a ayudar a recuperarse de la jornada escolar y se sentirán apreciados y cuidados.

2. Ofréceles un tesoro. Crea una caja de sorpresas con juguetes, libritos y hasta golosinas de las que les gusten. Pueden ser cosas tan sencillas como las que venden en las tiendas Todo a dólar. Una vez a la semana o cuando celebren algo especial, déjalos que agarren una.

3. Escoge actividades extraescolares divertidas. Todas soñamos con que nuestros niños se vuelvan unos virtuosos de algún instrumento musical o campeones de algún deporte, pero lo cierto es que las clases después de la escuela deben ser para complementar y divertir. No los obligues a hacer algo que no les guste e invierte en su disfrute.

4. Deja alguna tarde libre. Todos los niños necesitan tiempo libre para jugar, imaginar y hasta aburrirse. Si no se los das a menudo, de seguro protestan, pero te garantizo que luego de varios días de esos de no hacer nada, van a ser más cariñosos y se van a divertir muchísimo más.

5. Establece tradiciones predecibles. Un picnic los viernes; helados los martes. Los niños necesitan rutinas, pero no siempre de las aburridas. Las rutinas divertidas los tendrán todo el día anticipando algo que les encanta. ¿Qué mejor manera de pasar las horas y hacerlos sonreír?

6. Llévalos al parque. Media hora de ejercicio no estructurado es algo fantástico para todos e incluso ayudará a tus hijos a concentrarse mejor a la hora de hacer las tareas.

7. Dales toda tu atención por un rato. Muchas veces recibimos a los chicos y seguimos con nuestras cosas. Detén todo y conversa con tu hijo sobre su día. Van a ser momentos inolvidables en la vida de toda la familia.