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Me encanta la escuela primaria pública a la que asisten mis hijos. Además de todo lo académico que le han enseñado ahí a mis hijos en los últimos años, también les han enseñado hábitos como el respeto y la perseverancia. Pero hay muchas cosas que no pretendo que aprenda allí. Y por eso me estoy ocupando de enseñarles ciertas cosas que sólo pueden aprender en casa.
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- Español: Como estoy criando a mis hijos bilingües y su escuela es monolingüe, la única manera de asegurarme de que hablen, lean y escriban en español es enseñándoles en casa.
- Modales: Mientras las escuelas son buenas para enseñarle a los niños a decir gracias y por favor (lo cual la mayoría de los niños ya saben de todos modos antes de ir a la escuela), me estoy ocupando de enseñarles la clase de buenos modales que yo aprendí en mi hogar cuando era niña: no interrumpir cuando dos personas están hablando, no hablar con comida en la boca, etc.
- Compasión: Ser competitivo es una gran habilidad que todo niño debe aprender, pero saber ser compasivos también es importante y, con demasiada frecuencia, a los niños no se les enseña sobre la empatía. La mejor manera de enseñar es con el ejemplo.
- Literatura/historia/cultura latina y latinoamericana: Nuevamente, como estoy criando niños bilingües y biculturales, esto es muy importante para mí y sé que probablemente no van a estar expuestos a la literatura/historia/cultura peruana, puertorriqueña o latina en general.
- Religión: Me crié católica y aunque no voy a la iglesia todos los domingos, creo en Dios y en ser buena con los demás y quiero enseñarle a mis hijos lo mismo.
- Escuchar: Obvio que a los niños se les enseña a escuchar a sus maestros, pero no estoy completamente convencida de que en realidad están aprendiendo a estar callados más que a escuchar de verdad.
- Conversar: En una época en que los niños se comunican a través de mensajes de texto, incluso si la persona con la que están "hablando" está sentada al lado de ellos, parece que el arte de la conversación se ha esfumado. En casa, siempre tenemos conversaciones durante la cena y todo el mundo puede expresar su opinión.
- Dinero: En realidad no soy nada buena cuando se trata de dinero, pero eso es porque nadie se molestó en enseñarme. Quiero que las cosas sean diferentes con mis hijos y les voy a enseñar, no sólo sobre el ahorro, sino también acerca de cosas básicas como abrir una cuenta bancaria, cómo escribir un cheque, cómo saldar la chequera, etc.
- Felicidad: Por último quiero que mis hijos aprendan a ser felices. Felices con lo que tienen y con quiénes son porque, al final de cuentas, ningún logro material o personal importa si no eres verdaderamente feliz.