Cuando te esfuerzas para adelgazar, esperas obtener resultados, pero muchas personas, después de las primeras semanas parecen dejar de progresar. Los números en la balanza no cambian a pesar de estar haciendo el mismo esfuerzo que, hasta ayer, te estaba dando buenos resultados. Has llegado a lo que se le conoce en la pérdida de peso como un estancamiento. A continuación encontrarás seis maneras sencillas y súper efectivas para superarlo como toda una profesional.
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1. Cambia tus entrenamientos: Realizar la misma rutina de entrenamiento con mucha frecuencia, puede habituar a tu cuerpo. Cuando tu cuerpo ya sabe lo que viene, no necesita aplicar el mismo nivel de energía que emplearía para completar movimientos que no conoce. Mantén a tu cuerpo adivinando al variar tus entrenamientos regularmente con combinaciones de ejercicios cardiovasculares, de resistencia, pesas, yoga, Pilates y ejercicios a intervalos de alta intensidad entre muchos otros. Esto ayudará a mantener tu metabolismo trabajando duro.
2. Ten un diario alimenticio: Llevar un diario con todo lo que comes es una práctica muy inteligente. Puede que durante el día nos comamos algunas pequeñas meriendas sin darnos cuenta de la gran cantidad de calorías que contienen. Al saber exactamente todo lo que comemos, podremos mantener un déficit calórico constante que favorecerá tu pérdida de peso.
3. Come más en casa: Comer comidas hechas en casa es la mejor forma de controlar tu peso. Evitas el exceso de sodio innecesario que puedes obtener de una sola comida en un restaurante. Como ya sabes, el sodio puede aumentar tu presión arterial y el aumento de peso por retención de líquido. Si el menú de un restaurante mostrara las calorías de cada una de las comidas que ofrece, te darías cuenta de que sobrepasan las calorías que debe contener una porción saludable. Y olvídate de las bebidas llenas de azúcar que normalmente ordenas en restaurantes.
4. Concéntrate en tu nivel de saciedad: Debes comer alimentos que promueven la sensación de saciedad y previenen la ansiedad por la comida. Disfruta de alimentos enteros que sean ricos en proteína y fibra. Comer este tipo de alimentos disminuye la producción de la hormona del hambre llamada grelina y ralentiza el proceso del vaciado gástrico. Las comidas procesadas contienen una gran cantidad de carbohidratos que estropean tu nivel de glucosa en la sangre, haciendo que aumente y disminuya repentinamente, lo que a su vez resulta en que sientas la necesidad de merendar con frecuencia.
5. Haz yoga: El yoga te puede ayudar a controlar los ataques de hambre y también a evitar comer en exceso. Te ayudará a sintonizarte con tu organismo regularizando el proceso digestivo. El yoga es muy beneficioso para relajarnos, lo cual disminuye la producción de la hormona del estrés que puede inducir el apetito. El yoga también aumenta la sensibilidad a la insulina, mandándole la señal a tu cerebro para quemar las calorías que ingeriste en la comida en lugar de almacenarlas como grasa. Te ayuda a calmar tu mente evitando que comas comidas calóricas por ansiedad.
6. ¿Tus metas son realistas?: Puede que no estés estancada con tu pérdida de peso, puede que tengas que volver a evaluar y fijar tus metas. Muchas personas quieren adelgazar de 5 a 10 libras en más o menos 2 semanas, lo que es poco saludable y muy improbable. Perder de 1 a 2 libras cada dos semanas es algo más realista. Tu cuerpo necesita grasa para llevar a cabo varias funciones adecuadamente, por lo que si dejas de comer grasas saludables, se aferrará a la grasa que ya tienes en tu cuerpo evitando que adelgaces. Si tus metas para adelgazar son grandes, date el tiempo necesario para que las puedas completar satisfactoriamente.
Este post fue publicado originalmente el 20 de noviembre del 2014.
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