Cuando mi hijo Diego nació, mi pequeña Sofy tenía cuatro añitos de ser hija única. Así que, cuando sintió toda la atención vertida sobre el nuevo bebé de la casa, tuvo conductas extrañas: se cortó el cabello con unas tijeritas, se enfermaba mucho y ¡hasta volvió a mojar la cama! Aquí te cuento ocho causas psicológicas de la enuresis nocturna.
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Imagen vía Corbis
Cambios en su vida
Cambios de colegio, cambios de domicilio, el nacimiento de un hermanito o cambios drásticos que lo saquen de la rutina, pueden generarle un gran impacto. Le tomará tiempo adaptarse, y mojar la cama puede ser un reclamo indirecto.
Situaciones estresantes
Si tu pequeño está sometido a exigencias excesivas o es víctima de acoso escolar, mojar la cama puede ser una forma de liberar tensión. Es importante que estés atenta a lo que esté viviendo en su entorno, tanto en casa como en la escuela.
Necesidad de llamar la atención
Aunque es una acción involuntaria, puede verse reforzada por el hecho de que obtiene tu atención y así convertirse en una estrategia para sentirte cerca y al pendiente. Es una manera de retroceder en una etapa que ya superó, para sentirse de nuevo como tu bebé.
Ambientes tóxicos en el hogar
Si discutes con tu pareja frente a tu hijo, hay abandono emocional o es testigo de situaciones como el alcoholismo o cualquier otro tipo de adicción, puede presentar esta conducta como una forma de manifestar la ansiedad que esto le produce.
Infección urinaria
En el 90% de los casos, la enuresis se relaciona con una situación emocional. No obstante, es importante que acudas con el pediatra para que descartes cualquier disfunción orgánica y conocer la causa real.
Introducción de nuevos hábitos de conducta
Conforme van creciendo, nuestros hijos adquieren nuevas responsabilidades, y esto implica inculcar nuevos hábitos. Mojar la cama puede ser una forma de negarse a crecer.
Agresión física y verbal
Los gritos, las ofensas y los castigos físicos pueden alterar su equilibrio emocional, y generarle un estado de temor y alerta permanente. La reacción, ante su miedo y su descontrol, puede ser mojar la cama.
Fracaso escolar
Cuando no logra seguir el ritmo normal de la clase, o siente una sobre exigencia de sus capacidades y habilidades, puede verse afectado en su rendimiento y su capacidad de aprendizaje, por lo que su ánimo y su motivación disminuyen.