Ser invitada a ser la madrina de un bebé es mucho más que lucir elegante en el bautizo y mandar un regalito de vez en cuando. Es un verdadero honor y un compromiso de vida con ese niño o niña que se te ha encomendado espiritualmente. Por eso a la hora de escoger los padrinos de tu hijo o aceptar esa propuesta tan especial, infórmate bien para que sepas qué es lo que verdaderamente conlleva.
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Ayudar a organizar el bautizo
Las madrinas suelen ser la mano derecha de las mamás o las abuelas a la hora de organizar el bautizo, desde mandar las invitaciones hasta contactar a los invitados.
Regalarle algo significativo al bebé
La madrina tiene la obligación de darle un buen regalo al niño. En muchos países hay la costumbre de dar algo de joyería religiosa, como la de la foto, pero también puede ser desde ropa, la cuna, hasta una cantidad de dinero para empezar a ahorrar para su educación.
Apoyar a la mamá en lo que pueda
La labor de una madrina es ser como una madre sustituta. Sería la encargada de velar por el niño, en caso de que falte la madre. También debe ayudar con todo lo de niño. En esos primeros meses debe apoyar mucho a la mamá en los cuidados.
Ser la persona de confianza durante la crianza del niño o niña
A medida que el niño va creciendo, la madrina puede convertirse en esa amiga adulta del pequeño o la pequeña, a quien le confía las cosas que no le puede contar a la mamá.
Estar en lo que los padres no puedan
La madrina debe ser esa persona que acompaña al niño en sus momentos especiales, estén los padres o no, pero especialmente cuando los papás, por cualquier motivo, no puede estar.
Participar en las ocasiones especiales de la vida de su ahijado o ahijada
Conciertos, cumpleaños, competencias deportivas. Si la madrina puede ir, debe estar.
Ser la consentidora
La madrina debe ser el refugio seguro para el ahijado a ahijada. Un intermedio entre una mamá estricta y una abuela consentidora.
Mantenerse en la vida de la familia
Una madrina, ya sea una relación de sangre o no, es un miembro más de la familia y es importante que asista a las celebraciones de las fiestas como Navidad, con su ahijado o ahijada.
Guardar secretos y dar consejos
Una madrina es una cómplice y una aliada en las cosas que importan. ¿Hay algo más importante que eso?
Amar al niño o niña como a un hijo
El trabajo de la madrina es ser como una segunda mamá. Lo primero es darle todo el amor del mundo a su ahijado o ahijada. No hay nada más importante.