Mis dos hijos nacieron en agosto y debo confesar que pasé mucho calor y otra clase de molestias. Pero ahora me consuela saber que es posible que mis pequeñitos gocen de ciertos beneficios gracias a la época del año en la que di a luz. Sigue leyendo y te lo cuento todo…
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Imagen vía Corbis
Una cuestión de peso
Un estudio reveló que los bebés del verano nacen con mayor peso; el ideal para un recién nacido es entre 5.5 y 8.8 libras.
¿Cómo afecta el peso?
Los bebés con menos de 5.5 libras tienen más predisposición a sufrir infecciones y problemas con el aprendizaje. Inclusive, los bebés que nacen con poco peso tienen más probabilidad de retirarse de la escuela antes de tiempo y ganar menos dinero como adultos.
La estatura
Los niños que nacen en verano también podrían ser más altos cuando se convierten en adultos, comparados con los niños que nacen en invierno.
¿Importa?
Ser alto tiene ventajas, especialmente a nivel social. Se cree que las personas altas ganan más dinero, reciben más promociones, son más atractivas al sexo opuesto, y se les facilita más llegar a posiciones de liderazgo.
El efecto sobre la pubertad
La misma investigación encontró que las mujeres que nacen en verano empiezan su pubertad más tarde que las que nacen en invierno.
¿Cómo afecta?
Experimentar la pubertad muy temprano está relacionado con problemas emocionales y mentales. Además, incrementa la posibilidad de desarrollar diabetes, y enfermedades cardiovasculares.
¿Por qué pasa?
El estudio presume que las madres que esperan a sus hijos en el verano reciben más sol, y tienen más exposición a la vitamina D durante el segundo trimestre de su embarazo.
