Yo jamás me he mordido las uñas, pero conozco muchas amigas que lo hacen y sufren mucho. Como cualquier otro hábito molesto, dejar de hacerlo puede ser más difícil de lo que pensamos, y en muchos casos está relacionado con la ansiedad. Si estás tratando de dejar de lado este feo hábito, tal vez puedas encuentrar motivación cuando leas las consecuencias que trae para tu salud.
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Imagen vía Corbis
Bruxismo
Apretar los dientes o hacerlos rechinar de manera involuntaria se conoce como bruxismo y cuando te comes las uñas eres mucho más propensa a desarrollar esta enfermedad, incluso mientras duermes y no te das ni cuenta.
Mal aliento
Recuerda que con las manos tocas infinidad de cosas durante el día. Las bacterias que acumulamos en tus manos pasan después a tu boca generando mal aliento, a pesar de que te laves las manos, ya que no eres realmente consiente de cuando estás mordiendo tus uñas.
Gingivitis
Las mismas bacterias que generan el mal aliento pueden resultar en gingivitis, una enfermedad que afecta las encías y puede pasar de una simple inflamación al desprendimiento de tus dientes.
Perder las uñas
Las uñas mordidas no sólo lucen mal sino que ¡pueden terminar desapareciendo completamente! Morderlas continuamente hace que en algún momento las uñas dejen de crecer.
Herpes
Las bacterias y el sangrado acumulado en las uñas mordidas pueden pasarse a través del contacto a la zona genital, generando enfermedades de transmisión sexual como el herpes.
Afecta tu autoestima
Tus emociones también se verán afectadas si a pesar de querer parar de morderte las uñas no lo logras y ver como tus manos lucen desarregladas y deterioradas.
Genera dolor
Morderte las uñas genera hinchazón, sangrado y dolor y en algunos casos extremos las personas que lo hacen no soportan realizar tareas sencillas como levantar objetos.
Daña tus dientes
La dureza de las uñas puede terminar por desgastar y hasta quebrar tus dientes.
