El sueño es muy importante para el desarrollo y el crecimiento del bebé. Cuando están recién nacidos, los pequeños duermen con más facilidad que cuando van creciendo. En esta galería, te doy unos consejos para ayudarte a que tu chiquitín duerma toda la noche.
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Imagen vía Corbis
La cuna es solo para dormir
Trata de meter únicamente al bebé en la cuna para dormir. Así, mientras crece, va entendiendo que cuando lo acuestas en la cuna debe dormir.
Sigue las señales de sueño
Todos los niños envían señales cuando tienen sueño. Espera al menos 10 minutos antes de actuar, para que se canse más y duerma por muchas horas.
Diseña una rutina para dormir
Empieza la rutina una hora y media antes de ir a la cama, poniendo la pijama, leyendo un libro y acostándolo en la cuna con el tetero.
Crea el ambiente apropiado
Está comprobado que los niños duermen mejor en ambientes tranquilos y cómodos. Apaga la luz y pon música clásica en el cuarto, para que se relaje.
Alimenta bien al bebé
Asegúrate de que el último biberón del día sea un poquito más pesado. Puedes ponerle cereal o avena, para que el bebé quede lleno y duerma toda la noche.
Limita las siestas durante el día
Hay niños que por naturaleza son más dormilones que otros, aunque tomen siestas durante el día. Si tu pequeño no es así, trata de que la última siesta sea antes de las cuatro de la tarde.
Baño antes de la cama
Si tu pequeño está muy activo, prepárale un baño con jabón de esencia de lavanda o menta, para que se relaje y duerma toda la noche sin interrupciones.
Limita las distracciones
Ellos quieren ser parte de todo y, si notan que hay ruido afuera, también va a querer participar. No entres ni salgas mucho de la habitación para que no se levante.
El truco del libro para colorear
Si tu niño no se quiere ir a dormir, en lugar de obligarlo, ponlo a colorear. Esta actividad relaja mucho, y se va a sentir cansado en pocos minutos.
Elige la temperatura perfecta
El termómetro interno de los niños es más caliente que el de los adultos. Mantén la temperatura de la habitación entre 68 y 72 grados Fahrenheit, para que el bebé no se despierte.