La mami de Ricardito, me envió un texto con título de urgente escribiendo: "Se mueve por toda la casa, he tenido que clausurar cada rincón. Además está muy irritable, hace berrinche por todo y yo me siento muy agotada, a todo me dice que no, estoy confundida". Si tú pequeño te saca canas verdes, aquí te cuento ocho motivos para que entiendas mejor los terribles dos años.
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Imagen vía Corbis
Primer encuentro con la independencia
Tu pequeño reafirma su personalidad, es la edad de la separación y se da cuenta que puede hacer las cosas por sí mismo. No lo sobreprotejas, es importante estar al pendiente y alerta pero sin invadir los espacios que explora.
Busca explorar y entender su nuevo mundo
Explora por todas partes, quiere comprender su entorno así que dale el espacio que necesita para que pueda moverse, quizá necesites adaptar tu casa a sus nuevas necesidades. Es momento de retirar todos los objetos que lo pongan en riesgo.
Quiere jugar en movimiento
Aproxímalo a experiencias enriquecedoras. Jueguen al trenecito, llévalo a pasear al parque, jueguen en el pasto, con texturas, canten, bailen, arrástrense juntos. Involúcrate en su aprendizaje y diviértete junto con él.
Es egocéntrico y posesivo
Su frase favorita: “es mío”, aunque no es algo que deba preocuparte ya que será pasajero, comprende que compartir algo le representa perdida. Así que enséñale turnos, fomenta que juegue en grupo y “no lo obligues” a prestar los objetos que le representan una enorme carga emocional.
Lo quiere todo y de manera inmediata
Te desafía y se opone a todo, parece que te reta para saber cuáles son los límites y así medir las consecuencias de sus acciones. Así que estate lista para repetirle las cosas varias veces porque irá aprendiendo de sus experiencias.
Es desobediente
Al enseñarle límites, evita darle largas explicaciones porque no las tomará en cuenta. Háblale de actos concretos en tiempos y momentos concretos, por ejemplo: "solo tienes 5 minutos para vestirte". También festéjale mucho cuando siga las instrucciones
Berrinches en exceso
Ten paciencia, regular sus emociones le tomará tiempo y hará uso de ellos cuando quiera hace su voluntad. Si quiere hacer algo que lo pone en riesgo, enfócate primero en su seguridad, después déjalo que regule y enséñale formas aceptables de expresar su enojo.
Aprende lo que es adecuado y lo que no
Hará muchas travesuras no intencionadas. Pon límites inmediatos para que relacione la falta con la consecuencia y déjale claro que lo sigues amando, por ejemplo: “yo te amo, aunque tendré que quitarte el juguete porque lo estás maltratando”. Míralo a los ojos cuando se lo digas.