Al famoso consejo que reza: desayuna como reina, almuerza como princesa y cena como mendiga, habría que agregarle que esa cena sea mínimo dos horas y media antes de irte a la cama, para dar tiempo al cuerpo de procesar los alimentos. Mira la galería de fotos, allí comparto las 11 razones por las que más nunca debes cenar tarde.
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Imagen vía Corbis
Ciclo circadiano
El cuerpo necesita la rutina. Si tus horarios o turno de trabajo son flexibles, procura mantener constantes los intervalos de tiempo entre la comida, la actividad y el descanso. Acostúmbrate a que la cena no sea tan tarde.
Acumulas grasa
Cuando no comes a tus horas el cuerpo entra en estado de emergencia y comienza a almacenar grasas.
Metabolismo
Al comer y acostarse de inmediato, el cuerpo entra en modo hibernacióny quema menos grasa, porque cuando dormimos las células están en proceso de regeneración y descanso. Los alimentos ingeridos justo antes de dormir van a procesarse más lentamente porque en las noches el cuerpo quema menos grasa.
Reflujo e indigestión
Una cosa es comer con frecuencia y otra muy diferente interrumpir la digestión comiendo constantemente. Cuando comes justo antes de dormir el proceso de digestión se ve afectado por la postura al dormir y por la falta de movimiento del cuerpo. Esto causa indigestión, reflujo y con el pasar del tiempo problemas gástricos mucho más severos.
Insomnio
Las comidas pesadas pueden hacerte sentir somnolienta, pero el sueño no es reparador. Con frecuencia quienes comen tarde despiertan a las pocas horas de dormirse y luego tienen dificultad para volver a hacerlo. Y si acostumbras comer una meriendita justo antes de irte a la cama estás enviando al cuerpo la señal de ponerse activo en lugar de relajarse. Te costará dormirte.
Estrés
Cuando no descansas lo que el cuerpo requiere, los niveles de estrés se van acumulando. Es un espiral que se incrementa con cada día que pasa. ¿Crees que vale la pena comer tarde y pesado de noche para luego pasar el día cansada por no dormir completo?
Depresión
¡Cansada, deprimida, con hambre y con sueño no llegas a ninguna parte! En lugar de comerte ese helado que te tienta en el refrigerador, tómate un té de manzanilla o de tila. El descanso hará que a la mañana siguiente te sientas renovada y lista para enfrentar el día y con cero calorías vacías.
Cáncer
Comes tarde, no descansas, te desvelas e indigestas. El cansancio y los malos hábitos alimenticios aumentan el riesgo de cáncer.
Aprendizaje y memoria
Mi abuelita dice que "cenar temprano y dormir completo" son los secretos para estar lúcida después de los años. Comer a deshoras, especialmente cuando normalmente deberías estar durmiendo, interrumpe el proceso de aprendizaje y afecta la memoria.
Riesgo cardíaco
Al igual que un despecho, consumir constantemente una cena pesada antes de dormir puede ser perjudicial para tu corazón. La posición al dormir eleva la presión sanguínea y sumándola al estrés y el sobrepeso se incrementa el riesgo de ataques cardiacos.
Mejor temprano y ligero
Podrás descansar profundamente y la balanza comenzará a darte buenas noticias en las mañanas