El verano está prácticamente a la vuelta de la esquina y eso significa vestidos, shorts, y sandalias. Pero aunque te guste arreglarte las uñas, los talones son otra historia, pues le tienes miedo a la cuchilla para remover los callos (me imagino que es porque sabes que desde el momento que empieces a usarla, tus talones siempre la van a pedir a gritos). Así que sufres con los talones resecos y agrietados … y mejor te conformas con comprar sandalias que los cubran para que nadie los pueda ver. ¡Pero no tienes por qué tenerlos así! Afortunadamente, hay unas cositas que puedes hacer para revitalizar la piel de los talones y remover los callos, sin esas cuchillas miedosas. Sigue los siguientes pasos y repite le proceso tan siquiera una vez a la semana.
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1. Exfolia los talones: Normalmente no le prestamos mucha atención a los talones y por eso es que los tenemos resecos. Exfolia tus pies con aceite de coco y azúcar morena, canela o sal marina. Has movimientos circulares para remover los callos.
2. Añade una capa de protección: El ácido glicólico es muy bueno para proteger la piel de los talones y evitar que se agriete. También puedes usar naranja o limón y pasarlos partidos a la mitad por el talón para cerrar las grietas. No lo hagas si tienes la piel irritada porque te va a arder.
3. Elimina los callos: Sumerge los pies en un balde de agua tibia con bicarbonato de sodio por 10 minutos. El bicarbonato hace que la piel muerta salga fácilmente con la ayuda de una piedra o un cepillo.
4. Hidrata los pies: Aplica un poquito de tu crema favorita para los pies o aceite de coco y cubre los pies con papel transparente de cocina o unas medias. Esto hará que se concentre la humedad y se hidrate profundamente la piel.
5. Usa zapatos con soporte en los talones: Evita usar chancletas o zapatos tipo bailarina o cualquier par que tengan la suela lisa ya que estos zapatos ponen mucha presión en los talones. Usa zapatos con un puente para liberar la tensión del talón.
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