Mira qué responsabilidad tan grande tenemos como mamás. No conforme con embarazarnos. Transformarnos para acunar una vida dentro de nuestro cuerpo, que irá creciendo por 40 semanas hasta que esté lista para llegar a este mundo. Luego amamantar, criar y todo lo demás, como si nada de eso fuera suficiente, tenemos la importantísima tarea de escoger el nombre que llevarán nuestros hijos toda su vida. Sigue leyendo para que te rías un rato con los avatares por los cuales pasamos las mujeres a la hora de elegir el nombre de nuestros bebés.
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1. El nombre tiene que sonar bien con el apellido. Por ejemplo, si tu apellido es Mesa, no puedes nombrar a tu hija Zoyla, o le dirán "soy la mesa" .
2. Tienes que ponerte de acuerdo con el padre de la criatura y mejor que lo hagas con tiempo, no te pase como a mi tía, que mi tío se empeñó en llamar a la hija con un nombre compuesto con dos sílabas del nombre de sus dos abuelas Ligia y Mercedes y mi prima tiene ya 40 años llamándose Ligmer.
3. Tienes que estar atenta a las promesas que hagan tus familiares y que no te comprometan. La suegra de una amiga le prometió al Divino Niño que si todo salía bien con el embarazo y nacimiento de su primer nieto, el bebé se llamaría Jesús y a mi amiga no le quedó más remedio que bautizar a la criatura con el nombre del hijo de Dios en la Tierra.
4. No son sólo tu pareja y tu suegra, es que tu mamá, tus cuñados, Raymundo y todo el mundo querrán opinar y "ayudarte" a escoger el nombre de tu niño por nacer.
5. Tendrás que leerte todos los posts que hemos publicado aquí en MamásLatinas hablando de los nombres más populares, los mejores nombres bilingües, tus cuñadas harán listas, te mandarán los links con los websites que se dedican a eso y tú terminarás halándote los cabellos y gritando como Mafalda: ¡paren el mundo, que me quiero bajar!
6. Tu familia y la de tu marido te presionarán para que le pongas el nombre de la bisabuela Mamerta, del tío abuelo Pancrasio, de la madrina de tu abuela Modesta, del padrino de tu papá Heriberto, del primo Rigoberto. Y tú te preguntas por qué si habiendo tanto Jesús, María y José, hay que complicarse la vida de esta manera.
7. Te caen encima si decides que quieres ponerle a tu bebé un nombre anglo porque vives en Estados Unidos donde el idioma es el inglés y te criticarán que por qué le pones Richard en lugar de Ricardo, William en lugar de Guillermo, o Mary en lugar de María, o porque la vas a llamar Jennifer, Stephanie o el nombre que te apetezca.
8. Te criticarán porque quieres ponerle un nombre que sea fácil de pronunciar aquí en Estados Unidos, en lugar de que se llame Enriqueta, Nacarit, Vicglamar, o María Fernanda, como se es tradición en tu familia.
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