Catherine Acurso es de origen cubano, tiene 25 años y trabaja como fotógrafa en Los Ángeles, California. Desde hace cinco años pesa 145 libras, su peso ideal para su estatura de 5 pies 7 pulgadas, pero lo cierto es que llegó a pesar 248 libras, un sobrepeso de más de 100 libras, que a punta de esfuerzo, constancia y voluntad, logró quitarse para siempre. Sigue leyendo, que más abajo te cuento cómo Catherine acabó con esas pesadas libras que la hacían sentirse tan infeliz.
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Como muchas de nosotras, Catherine viene de una familia donde hay muchos miembros obesos y las reuniones familiares siempre giran alrededor de la comida. Además, como eran cuatro hermanos y su mamá tenía que trabajar muchísimo para poder mantenerlos, solía comer mucha comida rápida. Por lo mismo, tuvo sobrepeso desde niña.
Cuando estaba en sexto grado se dio cuenta de que era gorda, y resolvió perder peso para ser más atractiva a los chicos de su clase. Junto con su mamá, probó cuanta dieta salía al mercado. Tal era su empeño que lograba perder hasta 30 y 40 libras. Lo malo era que en lo que paraba la dieta, las volvía a ganar y además sumaba otras cuantas. Así fue como llegó a pesar 248 libras.
En ese "yo-yo" que es tan frecuente y nos resulta tan familiar, transcurrió la adolescencia de Catherine, hasta que murió su abuelita, quien también tenía sobrepeso y había sufrido del corazón desde que Catherine era una niña.
Ese dolor fue el campanazo que la hizo darse cuenta de que tenía que tomar su salud en serio y en 2009, junto con otros miembros de su familia, decidieron sumarse al programa Weight Watchers, y progresivamente Catherine comenzó a hacer cambios en sus hábitos alimenticios y a ejercitarse.
A continuación la lista de todo lo que hizo Catherine para hoy poder decir, orgullosa, que le dijo adiós para siempre a las 103 libras de sobrepeso que tenía:
1. Dejó de tomar sodas.
2. Limitó el consumo de comida chatarra.
3. Incorporó, progresivamente, más frutas y vegetales frescos a su dieta.
4. Se puso como meta comer por lo menos dos comidas a la semana en la casa y al tiempo estaba cocinando y comiendo en su casa la mayor parte del tiempo.
5. Comenzó a caminar diariamente y después de perder 60 libras, empezó a ir al gimnasio y a usar la elíptica, e incluso a trotar. Luego de alcanzar su peso de 145 libras, corrió su primer medio maratón.
La verdad es que es increíble lo que hizo y logró Catherine en poco más de un año y lo mejor es que desde 2010 se ha mantenido en su peso. Cree que el secreto de su éxito es que hizo todo gradualmente.
Hoy, al compartir su experiencia nos dice a todas: que no dejemos de desayunarnos, que hagamos ejercicio todos los días hasta que se convierta en un hábito y sobre todo que seamos pacientes con nuestro proceso de pérdida de peso: si ganamos unas libritas, hay que volver a enfocarnos en nuestra meta, porque sí se puede y si ella lo logró, nosotras también podemos lograrlo.
Imágenes vía Thinkstock, Women's Health
