4 Mascarillas de leche para rescatar a la piel afectada por el frío

El frío y el aire extremadamente seco llevan meses apoderados de todo el país. No importa donde vivas, ya sea en California, Florida, Nueva Inglaterra o el centro. El inicio del año no es generoso con nuestra piel y ya se está notando. Resequedad, enrojecimientos, escamación y otros síntomas ya empezaron a aparecer o están a días de asomarse en tu piel.

Afortunadamente, aquí te traigo remedios naturales: Mascarillas y suavizantes caseros, en base a leche, que solucionarán la mayoría de tus problemas.

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¿Por qué la leche ayuda? Desde la época de los egipcios se sabe de las propiedades maravillosas de la leche para la piel. El secreto es el ácido láctico, uno de los mejores exfoliantes e hidratantes que nos brinda la naturaleza. También estimula la producción natural de colágeno, posee bioproteínas que ayudan a retener la humedad, y biotina, que actúa como protector frente a agresiones externas. Además, tiene __calcio y vitaminas __A, B, y D, esenciales para tener buena piel.

Mascarilla facial para piel irritada: Mezcla 1/4 de taza de leche en polvo con agua hasta formar una pasta. El agua debe estar a temperatura natural o tibia. No fría. Ponte la mezcla en la cara y espera a que se seque y comience a agrietarse. Verás como tus poros desaparecen y la irritación disminuye radicalmente.

Mascarilla para cutis reseco: Corta una manzana en trocitos (sin el corazón) y mézclala en la licuadora con 1/4 taza de leche entera y 1 cucharadita de fécula de maíz. Colócate la pasta sobre la cara y el cuello por media hora. La mejor forma de limpiarla es con agua fría. Hazlo durante un mes, dos veces a la semana para ver resultados.

Suavizante para la piel: Agrega 1/2 taza de leche en polvo a la bañera mientras se llena con agua tibia, asegúrate de revolverla. Si es leche líquida la medida es una taza. La leche actúa como suavizante natural sobre la piel. 

Suavizante de leche para las manos agrietadas: Forma una pasta de avena con leche. Frótate las manos por entre 10 y 15 minutos. Todo el daño del frío desaparecerá. Verás la piel de tus manos en mejor condición y las sentirás mucho más suaves.

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