Esta mujer está adicta a estirar su cuello de la forma más extraña

Mi abuelita decía que todo el mundo tiene su público. Las altas, las gorditas, las flaquitas, las feas, las lindas. Siempre hay alguien a quien le gustas, pero estoy segura que haría una excepción para una mujer, identificada únicamente como Sidney, quien está obsesionada con el tamaño de su cuello.

¿Raro? No, rarísimo. Nunca había escuchado de algo así. Lo más extraño es que está adicta a estirárselo y mira que, cuando comenzó a cambiar su cuello, lo tenía bien normalito. Te aseguró que no vas a poder cerrar la boca cuando sepas como se lo quiere poner y porqué. 

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 El caso de Sidney fue contado en el programa Strange Adictions, del canal por cable TLC. Te digo que lo que está haciendo cae como anillo al dedo en eso de las adicciones extrañas. La mujer tiene algo mal en la cabeza.

Mujer kayan con anillos en el cuello

Dice que comenzó a prestarle atención a su cuello cuando vio a las mujeres Padaung de la tribu Kayan, en Birmania. Se las llama mujeres jirafa, por la costumbre que tienen de estirarse el cuello con anillos de metal. A Sidney esto le parece bellísimo y se ha dedicado a copiarlas. "Vi a una de estas mujeres por primera vez en la escuela intermedia y sentí que era mi llamado en la vida ser una de ellas", declaró al programa.

Como dicen por ahí, cada loco con su tema, pero es que hacer esto y  mantener una vida moderna no es fácil y honestamente, me parece que es un peligro para ella y para la gente a su alrededor. Sidney insiste en manejar. Ya me dirás tú cómo es que puede voltear la cabeza para ver por detrás y los espejos.

Además, está el problema de que ella comenzó con esto hace unos años nada más. Las mujeres Padaung comienzan a estirarse el cuello desde que son niñas. Las articulaciones aún no están fusionadas y el proceso es más fácil.

Lo cierto es que la propia Sidney dice que su vida no es fácil y que nada más limpiar los aros que tiene en el cuello le lleva un buen tiempo todos los días. "No quiero tener problemas en la piel", dice. Me llama la atención que no haya pensado en los efectos en su columna. Reconoce que como los aros son de cobre se ponen súper calientes. Ahora tiene 16, que le han estirado el cuello en cinco pulgadas. Quiere llegar a 12 pulgadas. Solo se los quita una vez al año. Como dicen los famosos. Sin comentarios.

 Mírala como se ve. ¡Impresionante!

Imágenes vía Thinkstock, wikimedia commons