Muchas mujeres extrañan sus barrigas después de dar a luz. Entre ellas estoy yo. Lo que jamás nadie echa de menos son los dolores de espalda que surgen en el segundo o en el tercer trimestre. La intensidad depende de mujer a mujer, y hasta de hora a hora, pero de que, molestan, molestan.
Cuando estuve embarazada por primera vez, el dolor de espalda me tuvo al borde de reposo total varias veces. Para el segundo ya había aprendido a evitar las principales causas. Te paso los trucos que me dieron otras mamás. Ayudan muchísimo. Me consta.
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La causa más común de dolor en la espalda durante el embarazo es justamente la barriga. Cuando se expande para hacerle espacio al bebé, se debilitan los músculos abdominales y tanto la columna y los músculos dorsales tienen que hacer todo el trabajo de mantenerte derecha. Además, es posible que el bebé esté apoyándose sobre algún nervio, como el ciático.
A menos que tu dolor de espalda se deba a algo más complicado, que requiera una visita al ortopedista, puedes reducir su frecuencia e intensidad tomando estas medidas.
1. Usa zapatos con buen amortiguamiento. Usar zapatos chatos no es la solución. Tienen que tener una suela más o menos gruesa, pero flexible. Lo ideal son los zapatos de goma para caminar, pero como no los podemos llevar a todas partes, ocúpate de que tu calzado le ofrezca a tu cansada espalda una superficie suave.
2. Toma mucho líquido. Parece a contracorriente que en esos meses en los que retenemos más líquido que nunca, te recomiende tomar más, pero ayuda. Las articulaciones necesitan estar hidratadas, para proteger bien a los huesos y facilitarnos la movilidad. Si no tomas suficiente líquido los tejidos adelgazan y te causan dolor.
3. Evita estar demasiado tiempo en la misma posición. Lo principal es no pasar horas de pie, pero estar sentada por largos períodos tampoco ayuda demasiado. Movilidad y flexibilidad son las palabras claves.
4. Usa una faja para embarazadas. Existen y son fáciles de encontrar en las tiendas de ropa para el embarazo. No son fajas para verte más delgada, sirven para dar soporte a la espalda y subir un poco la barriga. Esto ayuda a centrar tu punto de gravedad y aliviar a los músculos dorsales.
5. Masajes, masajes y más masajes. Ayudan, y mucho.
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