La escuela y la familia son dos formadores importantes para los niños. Sin embargo, puede que muchos padres y docentes, no sepamos cómo prepararlos para una vida en la que sean líderes. ¿Cómo influye la educación en el liderazgo futuro de los hijos? Conoce los detalles.
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Según el sitio de la extensión de la Universidad de Pennsylvania, muchas cualidades asociadas con el liderazgo pueden alentarse desde la infancia, como por ejemplo, las habilidades comunicativas y la capacidad de resolución de problemas; así como, la organización, la flexibilidad y la creatividad.
Algunas conductas observadas y aprendidas en la escuela y la casa, podrían contribuir a que tu hijo sea un líder en el futuro, de acuerdo a dicha Universidad. Estas son:
- Si le dices a tu hijo que vas a hacer algo, hazlo
- Enséñale a escuchar lo que piensan los demás
- Permítele tomar algunas decisiones
- Fomenta el trabajo en equipo (como el deporte, por ejemplo)
Si bien no todos los estudiantes serían líderes en el sentido estricto de la palabra–como el clásico ejemplo de ser el capitán del equipo de fútbol u organizador de fiestas de graduación–, este tipo de personalidades ya denotan habilidades de liderazgo notables, como señala la consejera escolar Brenda Melton, en el sitio de la Asociación de Consejería Escolar. Con cierto apoyo parental y escolar, estos niños o adolescentes podrían seguir por este camino, señala la especialista.
Sin embargo, muchas veces son los padres quienes frenan a sus hijos a formarse como líderes, señala la coach especialista en éxito profesional, Kathy Caprino en la revista Forbes.
A este respecto, Tim Elmore, experto en liderazgo, explicó en dicha revista los errores que suelen cometer los padres. Algunos de ellos son:
1. No dejarlos caerse. Sabemos que es tu trabajo protegerlos de los peligros. Sin embargo, los niños cuyos padres están siempre previniéndolos de cosas y no los dejan vivir su propia experiencia, suelen tener fobias cuando crecen.
2. Rescatarlos siempre. ¿Estás siempre ahí para arreglar sus problemas? Esto podría ser contraproducente, ya que tu hijo se acostumbrará a ser rescatado, y, a la larga, evitarás que se desarrolle como un adulto normal.
3. Hacerles creer que son los mejores. Premiarlo tanto si hace bien como mal las cosas, a largo plazo lo hará dudar de que sus padres sean objetivos, y, finalmente, lo llevaríamos a mentir y exagerar, por no haberlo preparado para enfrentar la realidad.
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